Opinión01/01/2020

Demanda

En la pasada medianoche, el cielo de la ciudad estalló en colores pero también en ruidos. Fue la prueba que la ordenanza de pirotecnia sonora cero fue un fracaso. No hubo sorpresa pero sí decepción.

No sirvió que se haya desmontado la principal razón que venía impidiendo que se estableciera la prohibición de su uso, por los probados daños que produce a la salud. Fue en febrero de 2019 que el entonces intendente Gustavo Sáenz aprobara una ordenanza ad referéndum, lejos de las celebraciones de fin de año, dando tiempo a quienes producen y comercializan los artefactos para que se adecuen a las nuevas disposiciones.

La decisión había sido bienvenida por aquellos que llevaban años bregando por la limitación en su uso, ya que se había generalizado y durante el año eran elementos característicos en cualquier tipo de concentración, desde celebraciones religiosas o deportivas a movilizaciones de protesta. Y parecía que solo sectorialmente se comprendía sus efectos perjudiciales; el impacto que generaba conocer la cantidad de niños accidentados con cohetes era profundo, pero breve.  

Precisamente, la decisión del jefe comunal se asentaba –entre otras razones- en un informe de la Organización Mundial de la Salud que identifica una escala de los peligros que implican los ruidos de acuerdo a los decibeles y al tiempo de exposición al que se está sometido e insta a los gobiernos locales a dictar leyes estrictas para evitar que se afecte la calidad de vida de las personas y aumente el costo de la atención sanitaria para la sociedad.

Es cierto que los esfuerzos de profesionales de la salud y de asociaciones civiles de defensa de niños con autismo y de las protectoras de animales, habían logrado algunas limitaciones que redujeron el uso de la pirotecnia pero no lo suficiente como para abandonar una lucha que aún debe sostenerse, según lo que pudo verificarse en la pasada noche.

Hasta llegado el momento del pico de ventas de la pirotecnia, todo indicaba que podía lograrse poner a resguardo la salud y la integridad de personas y animales. La norma vigente preveía extremar el control en el acceso a los artefactos explosivos pero mucho, también, quedó en manos del autocontrol ciudadano. Sin embargo, los industriales y comerciantes encontraron un resquicio para facilitar la disponibilidad de los elementos prohibidos y los controles municipales parecieron inexistentes; en la calle había puestos de ventas.

Pero el principal dato es que la anomia es vigorosa en la Provincia, como en la Argentina toda,   país donde, al parecer, cada uno hace lo que quiere. No se trata solo de la inobservancia de las normas sino del desdén y desprecio al cumplimiento. Normas viales, códigos edilicios o disposiciones para la producción de alimentos y medicamentos, caen ante la tendencia a su avasallamiento. Con la misma despreocupación se incumple un horario, se falsifica un título profesional, se ensucian los espacios públicos y se toman los recursos del Estado como propios.

No cumplir con la ley en todas sus formas se ha convertido en una cultura fuertemente arraigada y con ello, solo se ha logrado desorganización social. Y con ella, atraso, retrocesos, pobreza material, moral e intelectual.

Por eso la pirotecnia sonora cero es todavía una demanda en Salta.

 

 Salta, 01 de enero de 2020

Te puede interesar

Elector

Los dedos de la mano alcanzan para contar los días que faltan para que el sufrido ciudadano argentino ejercite su calidad de elector y modifique la integración del Congreso de la Nación. Decenas de fuerzas políticas en todo el país han salido en su búsqueda y centenares de candidatos tratan de seducir a los votantes con mensajes que básicamente los muestran como la solución a todos los problemas del país. Y así debiera ser porque por acción u omisión los han generado.

Fuerza

Hace mucho tiempo que una elección intermedia como la del próximo domingo no reviste tanta importancia para los salteños y para todos los argentinos. Lo resumo en una línea, si gana el gobierno nacional la que pierde no es la casta, es la gente. La gente como vos, como tus viejos, como tus amigos. La gente que espera respuestas.

Violencia

La violencia de las campañas, que vienen caracterizando los procesos electorales en distintos lugares del mundo, se está manifestando en el país. La Provincia no es una excepción y en una sola jornada se denunciaron dos hechos preocupantes.

Encrucijada

A días del cierre de la campaña electoral, se van sumando razones para que los ciudadanos definan su voto. No son consignas publicitarias; son exhortaciones con fuertes fundamentos, al punto que algunas suenan a extorsiones.

Escuchar a la tierra y al pueblo

A esta semana la empecé en el corazón de Sudamérica, en el norte salteño, más precisamente en Orán. Ese lugar que desde Buenos Aires se ve tan lejos y que para Salta representa uno de los motores productivos para el desarrollo del Norte Grande. Fui invitado por los convencionales municipales para participar de una sesión especial en la que se empezó a debatir la nueva carta orgánica de la ciudad cabecera del departamento.

Condicionamientos

La mayor parte de las expectativas generadas por la reunión bilateral de los presidentes Javier Milei y Donald Trump no se cubrieron y los mercados de inmediato reaccionaron negativamente. En tanto, logró dictamen el proyecto de ley para declarar la emergencia de las pymes en la Argentina.