Opinión Juan Manuel Urtubey 21/07/2025

Unidad

La semana pasada distintas expresiones partidarias y sociales manifestamos la firme decisión de construir un frente común que trascienda las banderas partidarias y se enfoque en la defensa de derechos esenciales, la inclusión y la participación democrática.

La propuesta busca articular un espacio amplio y plural, convocando a sectores gremiales, productivos, académicos, culturales, ciudadanos y políticos sin distinción partidaria.  
Las próximas elecciones nacionales son una oportunidad clave para que Salta tenga voz propia en el Congreso de la Nación. Es esencial tener claro que los salteños necesitamos representantes nuestros ante el Gobierno Nacional y no delegados del Gobierno Nacional ante los salteños.
La ausencia de un plan de desarrollo federal, el abandono de los jubilados y el desmantelamiento de áreas clave como salud, educación, cultura, ciencia y tecnología, implican un grave retroceso para el país.
Aún con buenas intenciones, Milei no le alcanza a los argentinos, porque, por definición, la motosierra tiene un horizonte corto. 

Porque para el gobierno la solución es la motosierra. Con la motosierra recortan salteños cuando dicen que recortan el Estado. Recortan la Argentina con argentinos adentro. Y recortan también la democracia cuando persiguen a los que piensan distinto.  

Salta es más grande que nosotros y la angustia que hay nos obliga a no poner barreras, sino más bien todo lo contrario. Tenemos que unirnos los que queremos que dejen de recortar salteños y hay lugar para todos, porque no hay lugar para las especulaciones.
Si sentimos miedo, no somos libres. Hoy muchísimos viven con miedo a enfermarse, a no llegar a fin de mes, a quedarse sin trabajo, a quedar solos.

Ese miedo paraliza. Y frente al miedo, Salta tiene una oportunidad: decir basta y empezar a construir algo distinto.

Para nosotros, la motosierra no es el camino, el camino es construir. Se construye con empatía, con dignidad y con la decisión de no dejar a nadie atrás.

Debemos construir unidos, dejando atrás viejas historias y peleas, animarnos a construir lo nuevo, por nosotros y nuestros hijos.

Seamos claros que es con todos. La unidad es nuestra obligación como dirigentes. Tenemos que priorizar los puntos en los que estamos de acuerdo. Recuperar la confianza y con ella la esperanza. Y tenemos que entender que con el peronismo sólo no alcanza. Debemos convocar a los mejores vengan de donde vengan pero que sepan adónde vamos.

Pero unir no es amontonar. Amontonar dirigentes en contra de alguien es inútil. Hay que unirse a favor de la gente.

Tenemos que lograr que la gente deje de ser víctima de un gobierno y pase a ser beneficiaria.

Queremos un país que ponga primero a su gente. A los que trabajan, a los que cuidan, a los que luchan todos los días por salir adelante. Es la gente. Es toda la gente. Es lo único que importa y para lo que debe servir un gobierno.

Sólo se sirve al país cuándo uno le sirve a la gente.

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