El presente es el futuro que está llegando
Ayer se puso en marcha en Salta la primera planta de producción de hidróxido de litio de nuestro país, un enorme avance especialmente en la producción de materiales para baterías recargables, esenciales para la transición hacia una economía más ecológica.
Se trata de un hecho histórico y de una muy buena noticia para la región. Más producción, más empleo y más desarrollo.
No fue fruto de la casualidad. No fue un golpe de suerte. Tampoco se hizo de un día para el otro. El desembarco de Posco Argentina en Salta empezó en 2018, cuando adquirió los derechos para la exploración y explotación de minerales en el salar del Hombre Muerto. Desde aquella fase inicial, pasaron 6 años hasta la inauguración de la primera planta comercial de hidróxido de litio que llegará a producir 25 mil toneladas anuales.
El gobernador Gustavo Sáenz trabajó con mucha seriedad y compromiso en este tema, que para nosotros es política de Estado y trasciende los gobiernos de turno.
Me parece valioso señalar tres condiciones que fueron necesarias para que esta histórica inversión de más de 800 millones de dólares en tierra salteña sea realidad:
1: Políticas de Estado orientadas a la inserción global, la seguridad jurídica y la promoción productiva.
2: Visión, vocación y decisión empresarial local, nacional e internacional para invertir y crear riqueza de nuestra provincia.
3: Licencia social por parte de una comunidad que confía en el desarrollo sostenible como herramienta para la generación de empleo, infraestructura y movilidad social ascendente.
Las posibilidades de desarrollo a través de estas inversiones que están llegando a Salta son muchísimas. General Güemes es testigo de ello: con la llegada de esta empresa, en el municipio hay prácticamente pleno empleo.
Y no solo crece Güemes. Ayer, por ejemplo, cuando el gobernador Sáenz inauguraba la nueva planta junto al embajador de Corea y las autoridades de POSCO, se veían de fondo unos tanques gigantes color violeta.
Esos tanques de fibra de vidrio reforzados con plástico para contener soluciones químicas antes se importaban de otros países, pero desde el año pasado se fabrican aquí, en la provincia de Salta, en el municipio de Campo Quijano.
La industria salteña sustituyendo importaciones y generando 100 puestos de empleo en un municipio de 3.000 hogares, lo que deriva también en trabajo indirecto y crecimiento económico para todo el pueblo.
La Salta que soñamos empieza a dejar de ser la Salta del futuro para ser un presente palpable: una provincia que inspira confianza y previsibilidad, con inversiones, generación de empleo y desarrollo de la economía local con mejores oportunidades para todos.
Y todo esto en un contexto nacional sumamente complejo. Aun así, en Salta pensamos seguir por el camino del crecimiento y el desarrollo.
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