Con el Miércoles de Ceniza se inicia la Cuaresma, que se extenderá hasta el Jueves Santo, cuando comienza el Triduo Pascual. Se trata de un período anual muy importante, en el que se conmemoran los cuarenta días de ayuno y penitencia que Jesús pasó en el desierto antes de comenzar su prédica. También en este caso son  cuarenta días, en los que los católicos deben practicar la oración, el ayuno y la limosna, como una forma de acercamiento a Dios.

Esta práctica religiosa, en una sociedad mayoritariamente cristiana, se espera que tenga su expresión en una mayor sensibilización en torno de una situación que está alcanzando ribetes preocupantes de pobreza. La Iglesia, que suele lanzar sus advertencias cuando las políticas públicas no resuelven problemas que denuncian amplias franjas de la población, le ha pedido al Gobierno que recapacite para solucionar el tema alimentario.

Esta vez lo hizo a través de Cáritas, entidad que acaba de renovar el convenio de meriendas con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello. Su titular Carlos Tissera, quien además es el obispo de Quilmes, hizo notar que este gobierno no manifiesta entender que primero está la comida de la gente, que se anhela sea traída por el trabajo. En tanto, por medio del diálogo, debe solucionar la falta de entrega de alimentos a comedores comunitarios, por lo que planteó la necesidad que se sienten en la mesa de los acuerdos, otras organizaciones sociales.

El pronunciamiento nacional de la Iglesia venía anticipándose en los señalamientos respecto del crecimiento de participantes de estos comederos. Puntualmente en Salta se indicó que fue un promedio del 25% en el primer mes del año, pero con picos de hasta el 50%, según el lugar donde funcione.

También se advirtió que el nuevo gobierno debe enfocarse en una transformación profunda porque están surgiendo problemas de índole social por todos lados. Debe hacerlo para evitar confrontaciones incluso entre pobres, de manera inútil, sin ningún tipo de meta.

Con motivo de la celebración, el Papa Francisco dio a conocer un documento titulado “A través del desierto Dios nos guía a la libertad”, en el que propone que la Cuaresma sea también “un tiempo de decisiones comunitarias, de pequeñas y grandes decisiones a contracorriente” que cambien la vida cotidiana de las personas.

La oración, el ayuno y la limosna son tres prácticas que se valoran y se demandan en este tiempo que debe ser de conversión y de libertad, según el mensaje papal. Desde su púlpito seguramente la Iglesia lo marcará cotidianamente a un gobierno que asumió compromisos ante el más importante líder espiritual del mundo.

Salta, 14 de febrero de 2024