¿El fin del romerismo?

Opinion 14 de marzo de 2023 Por Natalia Aguiar
Es tal el nivel de presiones que se vive en el seno del gobierno de Gustavo Sáenz, a empresarios, periodistas, políticos y demás, para que se apoye la reelección de Betina Romero, lo que demuestra que el romerismo podría estar en su ocaso.
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Desde ya que la gestión de Betina Romero mucho deja que desear si se compara con la gobernación de su abuelo Roberto, o los doce años de gobierno de su padre Juan Carlos, ambos como gobernadores. Es una persona que resulta una paradoja. Con muy buen nivel educativo y mayores posibilidades que cualquier otro personaje de la política local, no ha sido capaz de desarrollar empatía con la gente. No fue capaz de generar vínculos con los salteños, y esa es la crítica más dura, porque es la humana.

Además, ha demostrado ser fría, calculadora, una protegida de la política por portación de apellido. De hecho, cuando fue diputada provincial entre 2017 y 2019, presentó un sólo proyecto de ley por lo que fue muy muy cuestionada, y aún hoy se lo recuerda. 

Ahora como intendenta pasará a la historia nacional por haber implementado el “impuestazo”, es decir un 600 por ciento de aumento a los impuestos, que ha dejado a los salteños sin capacidad de respirar. Aumentó un 600 por ciento los impuestos, cuando la inflación fue del 340 por ciento, por lo que la supera ampliamente. Lo que no se superan son los salarios, y la gente no puede asumir semejantes gastos. No los puede pagar. ¿Utilizará este dinero para hacer campaña política para su reelección? ¿Utilizará este dinero suyo y mío para comprar voluntades? ¿Cuál es el objetivo de esta decisión que atenta contra la letra constitucional?

Además, el impuestazo contó con el aval del Consejo Deliberante, como así también la recategorización de los barrios por lo que cambiaron de categoría las diferentes jurisdicciones, zonas residenciales e incrementó aún más los impuestos. 

No hay falta de empatía más grande que esa con la gente, que no recibe salarios tales como para asumir estos impuestos magníficos.  Ha sido un atentado contra los derechos de los consumidores ya que no se les informó previamente ni se respetó la gradualidad de los aumentos. Ha sido todo de golpe y de un día para el otro. Sin miramientos. 

Ha sido un ataque al derecho a la vida, a la dignidad, porque un aumento de tal envergadura impedirá que la gente llegue a cubrir la canasta básica, a alimentarse con los nutrientes debidos. Es una irresponsabilidad mayúscula. Es desconocer a su pueblo, a la gente por la que debe bregar. Desconocer las necesidades de los salteños.

Una amuestra más de su incapacidad administrativa, inoperancia en la gestión. Y ni hablar de las innecesarias bicisendas pensadas para ciudades de países europeos donde la gente tiene la vida solucionada. Además, cada vez menos personas utilizan la bicicleta como medio de transporte urbano, porque proliferaron las motos. Existe un promedio de cincuenta motos diarias que se registran para circular en la ciudad de Salta. Ni hablar del caos de tránsito que se vivencia en algunas calles céntricas de la ciudad.

Pero si hay tema que amerita un punto aparte, es el estado deplorable de las calles de la ciudad, un sinnúmero de pozos que sólo beneficiará a los odontólogos, que deberán arreglar los dientes que la gente pierde al paso por las callecitas de Salta, como los talleristas que deberán recuperar ejes, semiejes, cubiertas, chasis y demás…

Y ni hablar del proyecto de telesférico urbano…Don Roberto debe estar incómodo en su descanso …

Una ciudad tan turística como Salta, debería ser ejemplo en pavimentación, limpieza y cuidado de la ciudad. Una ciudad ecológica, open mind y amigable con el medio ambiente, y sobre todo con el ciudadano.

Su gran contrincante en las próximas elecciones, es Emiliano Durand, un joven político salteño que le hace sombra por doquier, y eso está preocupando de tal manera, que el romerismo presiona sin cesar. Amenazan con fake news, apuestan al desgaste, y dentro del mismo gobierno, unos se enarbolan tras el joven que ganará las elecciones por su capacidad de escucha y llegada a la gente, y otros, se enfilan tras Betina Romero, más de lo mismo, menos cada vez menos gestión y preocupación por los vecinos.

Pero el tema es una cuestión de poder, No podría una Romero perder estrepitosamente las elecciones, como lo señalan las encuestas más serias. Sería el fin de un legado, legado feudal, pero legado al fin. La historia de la familia Romero tirada por la borda, por la ineficacia de una niña bien que ha temido enfrentar a la problemática de la gente. Si perdiera Betina, sus aspiraciones políticas a gobernar estas tierras, también se irían por la borda. Está en juego poder para los Romero. Están dispuestos a cualquier cosa para mantenerlo y eso se puede percibir en los pasillos del poder, donde el aire se corta con un hilo. 

Pero a diferencia de otros tiempos donde los Romero pisaron fuerte, y desarrollaron un feudo a sus pies, hoy la realidad es otra y la gente pide respeto, dignidad y ser escuchada. Basta de lo mismo. Ya tuvieron su oportunidad. Ahora, será el turno de otros que además tendrán grandes responsabilidades por delante. La gente ya, antes de ir a  las urnas, ha dicho basta. 

 

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