
“Hemos ido a una elección, hemos ganado, pero no hemos derrotado a nadie, porque todos hemos recuperado nuestros derechos”. Cuarenta y dos años después, esta expresión sigue siendo una síntesis de lo que quizás la historia argentina reconozca como una gesta que cambió el camino ignominioso por el que transitaba la vida institucional, alternando gobiernos democráticos con dictaduras cívico militares.













