
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
Ni una iniciativa respecto al flagelo de la pobreza y los caminos necesarios para erradicarla.
Opinión16/09/2024 Juan Manuel UrtubeyNo quiero detenerme en el bochornoso show de presentación del presupuesto, anoche en el Congreso de la Nación. El proyecto de presupuesto es el que marca las prioridades del gobierno nacional para el próximo año, y más allá de vaguedades y repartir culpas a los últimos 120 años de nuestra historia, lo único destacable fue la ratificación de la decisión de dejar supeditada la vida de los argentinos a su propia suerte, esto es, a las reglas de mercado.
Las ominosas cifras de pobreza que padece el país, las de deserción escolar, las de mortalidad materna o mortalidad infantil, por nombrar solo algunas, me obligan a compartir con ustedes algunas reflexiones propias y otras de gente ocupada en la lucha contra la pobreza, principal tarea que tenemos por delante.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina[1], dirigido por Agustín Salvia, define la pobreza como “privaciones económicas injustas que afectan el desarrollo de las capacidades humanas en diferentes dimensiones de la vida social” Y puntualiza: “Estas privaciones son injustas porque afectan derechos económicos y sociales consagrados por nuestra Constitución Nacional y pactos internacionales”. Derechos que, como indica Salvia, “marcaban de alguna manera la base civilizatoria de la sociedad”.
Las políticas de contención del empobrecimiento basadas en planes sociales han llegado a un límite –sostiene Salvia, quien plantea la necesidad de crear “un puente entre la economía social y la economía más dinámica, porque de lo contrario no vamos a entrar todos. Necesitamos entrar todos creando riqueza, no repartiendo planes sociales”.
No tendremos ninguna política social exitosa sin una estrategia de crecimiento capaz de sustentarla. El consenso sobre la necesidad de sustituir los planes sociales con trabajo genuino en el sector privado y no en la burocracia estatal, para que sea sustentable, requiere de una transformación estructural orientada a multiplicar las exportaciones e impulsar la inserción de la Argentina en el nuevo escenario mundial.
Para reinsertarnos en la región y en el mundo y desplegar una presencia sólida y consistente es indispensable un rediseño profundo en nuestras instituciones y en nuestra economía. Para restablecer la confianza es imprescindible consolidar una sociedad basada en el respeto a la inversión y al trabajo manual e intelectual, con una moneda estable y cuentas fiscales equilibradas, con un estado eficiente en materia de educación, justicia, asistencia social, defensa, seguridad, combate al crimen organizado.
Este rediseño debe contemplar, con absoluta urgencia, la erradicación de la pobreza y la integración social.
Como dice el economista Martín Rapetti, no vamos a lograr nunca reducir la pobreza sin que la economía crezca y tampoco alcanza con sólo crecer; no se puede crecer sin inversión; ni se puede financiar la inversión sin dólares; y no se consiguen dólares de forma sostenida sin exportaciones. Entonces, al proponernos una determinada meta de reducción de la pobreza, nos estamos proponiendo también metas concretas de crecimiento económico, inversión, exportaciones y distribución del ingreso.
Para terminar quiero compartir con ustedes una reflexión del sociólogo peruano Hernando De Soto, un intelectual de formación liberal, en su libro El misterio del capital, advertía que “no tiene sentido continuar pidiendo economías abiertas sin encarar el hecho de que las reformas económicas en curso sólo les abren las puertas a elites pequeñas y globalizadas y excluyen a la mayoría de la Humanidad. Hoy la globalización capitalista está preocupada por interconectar sólo a las elites que viven dentro de la campana de vidrio. Retirar la campana de vidrio y acabar con el apartheid a la propiedad requerirá ir más allá de las fronteras actuales, tanto las económicas como las de la ley”.
Se corrió el velo sobre el manejo de los recursos públicos durante 2026. Fueron expuestas las grandes líneas de lo que podría ser el primer presupuesto de un gobierno que va a ingresar en su tercer año de gestión.
Septiembre avanza y con él un escenario político que se va reconfigurando día a día. Lo que se palpa en las calles y en las urnas es que el oficialismo ya no tiene aquel blindaje con el que arrancó su gestión. El malestar es real y cada vez más visible: se expresa en el voto, en la desconfianza, en la distancia de sectores que hace poco estaban dispuestos a darle crédito.
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Javier Milei llegó al poder gracias a un sentimiento: el hartazgo. El rechazo a la corrupción, a un poder judicial manipulado y a la impunidad de tantos años fue lo que unió a la sociedad detrás de su figura en un momento de inflexión en Argentina.
Se mantiene un clima de incertidumbre y la celebración que tiene a Salta como un centro de renovación espiritual en esta jornada, fue una oportunidad para que se señalen caminos por los que puede transitar la sociedad para salir fortalecida.
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Tras la muerte de Javier “Chino” Saavedra el juicio por el crimen de Jimena Salas fue suspendido. El tribunal deberá fijar una nueva fecha para juzgar a los hermanos que aún enfrentan cargos como coautores.