
La violencia de las campañas, que vienen caracterizando los procesos electorales en distintos lugares del mundo, se está manifestando en el país. La Provincia no es una excepción y en una sola jornada se denunciaron dos hechos preocupantes.
El calendario electoral argentino tiene un ritmo exasperante. Se mueve lenta y burocráticamente; con una lentitud que contrasta con las urgentes exigencias de nuestra realidad económica y social.
Opinión21/11/2023 Armando Caro FigueroaNecesitamos despejar -lo más pronto posible- la principal incógnita política: ¿Quién será el próximo presidente?
En realidad, nuestro calendario electoral, que incluye no menos de tres votaciones para seleccionar al presidente de la Nación, no está pensado para situaciones de crisis agudas como la que arrastramos y nos arrastra.
Uno podría argumentar que los cinco meses que van desde las PASO hasta la toma de posesión del presidente sirven para que la ciudadanía madure su voto y para que los equipos perfilen proyectos y pongan a punto la estructura para comenzar a resolver problemas al día siguiente.
Pero nada de esto está ocurriendo. Al menos no está ocurriendo con la serenidad y profundidad que tamaño acto institucional demanda.
La campaña es un torneo de descalificaciones, de simplificaciones, de frases oportunistas, de gestos airados. Una campaña donde unos actores hacen mutis por el foro, otros se esconden o incluso se maquillan para confundir o agradar. Una campaña donde no faltan quienes mienten a sabiendas, ni punteros que son sorprendidos in fraganti.
Quienes han llegado a la final parecen estar convencidos de que este es un combate a cara de perro entre el miedo y la esperanza; entre un jefe que nos conduce a Guatemala y otro que nos llevará a Guatepeor.
A mi modo de ver, hemos perdido lastimosamente el tiempo. La ciudadanía se expresará con amplios sectores sumidos en la confusión o atrapados por estrategias de odio, desprecio o ninguneo.
Ninguna de las dos fuerzas que rivalizan en este envite final ha hecho público su Programa de Gobierno. Lo más probable es que ningún candidato tenga a punto esta herramienta imprescindible para ilustrar al electorado; para que los actores sociales tomen posiciones; para gobernar al día siguiente. Y, sobre todo, para comenzar a diseñar los acuerdos por encima de la grieta que resultarán imprescindibles para salir del atolladero.
Hemos perdido demasiado tiempo discutiendo si es mejor un voto positivo que uno no positivo; votar en blanco que anular el voto o abstenerse. En mesas de café, pero también en foros donde destacados intelectuales imaginan combinaciones rocambolescas, cuyo único resultado son nuevas fragmentaciones, nuevos enconos.
Puede que la ciudadanía no se merezca todo esto.
La violencia de las campañas, que vienen caracterizando los procesos electorales en distintos lugares del mundo, se está manifestando en el país. La Provincia no es una excepción y en una sola jornada se denunciaron dos hechos preocupantes.
A días del cierre de la campaña electoral, se van sumando razones para que los ciudadanos definan su voto. No son consignas publicitarias; son exhortaciones con fuertes fundamentos, al punto que algunas suenan a extorsiones.
A esta semana la empecé en el corazón de Sudamérica, en el norte salteño, más precisamente en Orán. Ese lugar que desde Buenos Aires se ve tan lejos y que para Salta representa uno de los motores productivos para el desarrollo del Norte Grande. Fui invitado por los convencionales municipales para participar de una sesión especial en la que se empezó a debatir la nueva carta orgánica de la ciudad cabecera del departamento.
La mayor parte de las expectativas generadas por la reunión bilateral de los presidentes Javier Milei y Donald Trump no se cubrieron y los mercados de inmediato reaccionaron negativamente. En tanto, logró dictamen el proyecto de ley para declarar la emergencia de las pymes en la Argentina.
Un encuentro improvisado en Washington terminó mostrando la sumisión de Milei ante Trump. Ni acuerdos, ni inversiones: solo obediencia y vergüenza nacional.
El gobierno provincial espera contar, al cierre de este mes, con herramientas para concurrir en asistencia de las mipymes provinciales, envueltas en una severa crisis. En la Legislatura se trata el proyecto de ley que contempla la creación del Fondo de Garantías de Salta.
El partido, que había sido postergado por el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, ya tiene su reprogramación oficial, con el objetivo de emparejar el fixture de ambos equipos.
Este sábado a las 22:00 horas, Gimnasia y Tiro enfrentará a Estudiantes de Río Cuarto en el estadio Gigante del Norte por el partido de ida de los cuartos de final del reducido de la Primera Nacional. El árbitro será Bryan Ferreyra.
El Servicio Meteorológico Nacional mantiene para este sábado una doble alerta por tormentas en la provincia de Salta. Rigen niveles naranja y amarillo con pronóstico de lluvias intensas, vientos fuertes y posible caída de granizo.
Aguas del Norte informó una afectación extraordinaria en el servicio de agua potable en distintos barrios de Salta Capital debido a la turbiedad en las fuentes de captación.
Gimnasia y Tiro recibe este sábado a las 22 en el estadio Gigante del Norte a Estudiantes de Río Cuarto por el primer partido de los cuartos de final del Reducido de la Primera Nacional. El encuentro será dirigido por Bryan Ferreyra.