Buenos Aires: hay tres detenidos por el crimen del empresario descuartizado y buscan a dos prófugos

Los procedimientos a cargo de la Policía Bonaerense comenzaron a ser realizados esta mañana. Cómo se cometió el crimen según las sospechas de la Justicia

Policiales 14/08/2023

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Se conoció que esta mañana del lunes posterior a las PASO habrá un giro clave en el expediente que intenta esclarecer el brutal asesinato de Fernando Pérez Algaba, alias “Lechuga”, el comerciante y trader de criptomonedas cuyo cadáver fue hallado descuartizado el mes pasado en un arroyo de Ingeniero Budge.

Fuentes del caso confirmaron a Infobae que el fiscal Marcelo Domínguez ordenó a la Policía Bonaerense una serie de 18 allanamientos, además de cinco detenciones. Los procedimientos se realizaban al cierre de esta nota, con varios arrestos pendientes. La calificación actual del expediente es la de homicidio cuádruplemente agravado por uso de arma, codicia, alevosía y la participación de dos o más personas. La única pena posible con esta combinación es la de prisión perpetua.

 En la lista de pedido de arresto se encuentran los nombres de Maximiliano Ezequiel Pilepich y Nahuel Sebastián Vargas ya conocidos en el caso, comerciantes que declararon en el expediente y que tienen probados vínculos con Pérez Algaba. Todavía no fueron arrestados. Ambos sospechosos son la pista que lleva a la última aparición con vida de “Lechuga”, su llegada a un campo en General Rodríguez. Ambos sospechosos todavía no fueron capturados.

Cómo se cometió el crimen según la Justicia

En su pedido de múltiples allanamientos y detenciones, el fiscal Domínguez realizó, como es de rigor, la descripción del hecho. Allí especificó algunos datos hasta ahora desconocidos:

Para la Justicia, “entre las 18 del martes 18 de julio y las 3 AM del miércoles 19, Maximiliano Ezequiel Pipelich, Nahuel Sebastián Vargas, Matías Ezequiel Gil, Luis Alberto Contreras, Alma Nicol Chamorro, Horacio Mariano Córdoba, Flavia Lorena Bomrad y Fernando Gastón Martín Carrizo, actuando de manera premeditada entre sí, provocaron dos lesiones de arma de fuego en la parte posterior del torso de Fernando Pérez Algaba”. Por lo pronto, no se firmó la captura de Bomrad y Córdoba. Alma Nicol Chamorro es la mujer trans detenida a comienzos del expediente.

Luego, continúa el fiscal: “Actuaron con alevosía y por codicia, al reportarles el citado homicidio un rédito económico ilegítimo, ya que algunos de los antes mencionados se vieron excemptuados del pago de una deuda con la víctima”. Con respecto a la descripción parcial de los sucedido, la Justicia completa: “Siguiendo con dicho plan, seccionaron y embalaron el cuerpo de la víctima y lo arrojaron en el Arroyo del Rey previo colocarlo en una valija de color rojo marca Brandy y en una mochila con inscripciones del Municipio de Lomas de Zamora”.

Según el documento de 74 páginas en el que el fiscal solicita las detenciones y realiza una especie de resumen de todo lo investigado, detrás del crimen de Lechuga Pérez Algaba hay ambición y codicia. El fiscal lo sustenta hablando de la deuda que Pilepich, personaje central, tenía con la víctima: “Uno de los motivos por los que se perpetró el hecho investigado resulta ser el exoneramiento por parte de Pilepich de dicha deuda”.

Otro dato relevante. El fiscal hace especial referencia a que todo el crimen fue planificado desde un comienzo. Y la clave está en la reunión en una escribanía de Hurlingham el lunes 17 de julio y un encuentro en un campo llamado “Renacer” en General Rodriguez al día siguiente, el martes 18 de julio.

Cuando se presentaron como testigos, los ahora principales sospechosos Pilepich y Vargas, aseguraron que entre los dos, le debían a la víctima 150 mil dólares y que un porcentaje (90 mil dolares) lo habían saldado en la escribanía y que los 60 mil restantes se los entregaron en mano ese martes 18.

Ambos empresarios explicaron que, antes de comenzar a saldar la deuda, le habían prestado a Pérez Algaba una camioneta Land Rover Evoque año 2012 a modo de garantía durante algunos días. Dijeron también que, una vez que el monto quedó saldado en Rodríguez, Lechuga les devolvió el vehículo y se quedó solo, a pie y con la plata en un lugar bastante inhóspito. Les habría dicho, según sus palabras, que alguien lo iba a pasar a buscar.

s_b763cd5ffacb0c8a08512b83eLomas de Zamora: Hallaron asesinado y descuartizado a un empresario

 Otra de las imágenes claves del expediente

Para el fiscal es fundamental mencionar lo que arrojó la autopsia. En ese documento se especificó que Pérez Algaba fue asesinado de dos tiros por la espalda y que ambos ingresaron levemente de abajo hacia arriba. Es decir, el tirador estaba en una posición inferior a la de la víctima. Puede ser que haya estado sentado y Pérez Algaba parado, que el asesino haya estado parado y la víctima subiendo una escalera o que, por el contrario, ambos estuvieran sentados en un auto y el homicida hubiese disparado por lo bajo.

El fiscal Domínguez explica en su requisitoria de detenciones y allanamientos, que a lo largo de la investigación, que acarrea casi un mes, quedó comprobado el vinculo comercial entre Pilepich, Vargas, Matías Gil (otro empresario que ya fue detenido) y Flavia Bomrad, que se presentó en el expediente como amiga de Pérez Algaba y hasta llegó a declarar como testigo.

También se menciona en el documento a Gustavo Iglesias, barra de Boca, y a su hijo Nazareno. Para el fiscal quedó comprobado que entre ellos existía un vínculo comercial y amenazas que fueron públicas. Sin embargo, su detención no fue pedida. Sólo se allanó sus domicilios.

Recién en la página 20 del documento oficial, el fiscal realiza su “tesis de la investigación”. El martes 18 de julio es la clave. “En horas de la tarde, Pérez Algaba se dirigió al campo de General Rodríguez a cobrar la deuda que tenia con Pilepich. Eran 20 mil dólares”. Para los investigadores nunca se trató de 150 mil como dijeron Pilepich y Vargas en su declaración, creen que mintieron por algún motivo.

Para la justicia, Pilepich y Vargas también mintieron al momento de decir que en la escribanía de Hurlingham, el lunes 17, le habían dado 90 mil dólares de esa supuesta deuda de 150 mil. Esto quedó acreditado con varias pruebas que recolectó el fiscal: “Se encuentra agregado un audio de WhatsApp entre la víctima y otra persona, en la que Perez Algaba le indica que Pilepich no le iba a pagar y que tenía miedo de que lo baleen. En otro audio, la victima relata que teme por su vida”.

“A eso hay que sumarle que la relación entre ellos dos era de amor y odio y que, según surge de investigaciones, Pilepich, en una oportunidad anterior, habría intentado balear a Pérez Algaba”, cuenta el fiscal Domínguez.

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