Opinión Guillermo Martinelli 05/05/2022

PASO

Por el descalabro político, social y económico de nuestro país que hizo eclosión a finales del año 2001 se generaron respuestas, entre las cuales y ante la síntesis del “que se vayan todos” se buscó no solo la participación ciudadana sino la determinación que sean los ciudadanos los que elijan los candidatos a los cargos públicos electivos dentro de los partidos o frentes políticos.

Medida esta que tiene una vigencia de casi dos décadas es decir, que se trata de encontrar medidas superadoras del desinterés por la cosa pública de un amplio sector de la comunidad, lo que no sólo no es una tarea sencilla sino que se prolonga en el tiempo, tratándose de una sociedad cruzada por variados y graves vaivenes sociales, económicos y políticos que mellan, sin lugar a dudas, la tranquilidad y la seguridad pública.

La construcción de mecanismos adecuados a los fines de progresar son en una medida importante precisamente la Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias (PASO), en las que todos los ciudadanos, sin siquiera estar afiliados a partido alguno, determinan quienes serán los candidatos a los cargos públicos electivos.

Si bien fue y es una medida discutible de ninguna manera se la puede denostar con los dos argumentos dados por el gobernador de la provincia. Uno de ellos es que la ciudadanía se cansa con cuatro elecciones bianuales y la segunda que se ahorra dinero.

Las razones dadas por el gobernador no resultan válidas conforme el fin que representan las PASO. Solo menean el argumento del cansancio ciudadano de ir a votar los que descreen de la importancia del involucramiento popular en los destinos de la administración pública, entendiendo asimismo en la insuperada decisión del que detenta el poder, que coincide consigo mismo con el ejercicio de las decisiones políticas del Estado.

El argumento económico es más efectista que real ya que no se ve la vocación de austeridad del gobierno en áreas en las que se podría practicar sin lesionar la recta administración del Estado.

En la última reforma constitucional ha sobrevolado la eliminación de las elecciones de medio tiempo es decir, hacer elecciones cada cuatro años y dejar sin efecto las del control bianual  por parte de los ciudadanos sobre la marcha del poder político en la administración del Estado.

La democracia no es un lujo, es un muy buen sistema de vida y hay que preservarlo.

El gobierno pretende dejar sin efecto las PASO y no ha generado ninguna idea que las remplace. Se limita a dejarlas sin efecto y que los partidos vean que van a hacer.

Eso así ¿ayuda a la ciudadanía? ¿benefícia  la marcha del Estado? O por el contrario ¿es una rémora?

 

 

 

Te puede interesar

Consensos

Cierra una semana en la que se planteó uno de los debates políticos más esclarecedores. La discusión del jueves en el Senado de la Nación contra el veto a una nueva modalidad de distribución del Fondo de Aportes del Tesoro, puso sobre el tapete cuestiones fundamentales de la relación entre el gobierno central y las provincias.

La actitud ciudadana encontró la responsabilidad institucional

Tal como venimos insistiendo desde hace tiempo en estas columnas, en momentos de crisis la centralidad de la política pasa por el Congreso de la Nación. Allí se debate el presente y el futuro de la Argentina.

Cuentas

Sin antecedentes cercanos de una decisión similar, el Concejo Deliberante rechazó la Cuenta General del Ejercicio 2023, correspondiente al último año de gestión de Bettina Romero. Asimismo, aprobó por mayoría la del año 2024.

El error de Milei: cuando el problema es él mismo

El Presidente muestra torpezas políticas y económicas que lo dejan cada vez más aislado. Gobernadores, aliados y votantes se alejan, mientras él insiste en culpar a los demás.

La voz de la calle y del Congreso no es un golpe, es democracia

Las marchas en todo el país y el rechazo del Congreso a los vetos presidenciales expresan lo más elemental de la democracia: el pueblo y sus representantes le marcan límites al poder. No es un golpe, es participación ciudadana.

Incapacidad

Congreso y gobernadores son dos partes del poder político que desvelan al Ejecutivo Nacional. Tras dos años con presupuesto prorrogado la administración libertaria ha entendido que puede ser un elemento ordenador de vínculos inconducentes, como los que ha venido manteniendo hasta ahora.