Por Aries, Aguilar detalló que se trata de un problema de larga data, que viene desde que ambos servicios fueron privatizados, pero sin embargo lo obligan a pagar las boletas por una prestación que calificó como “un desastre”.

Aseguró que los cortes de luz son de 15 e incluso a veces hasta 24 horas, y se agrava la situación porque los pozos de bombeo de agua funcionan con energía eléctrica.

Recordó que cuando en el año 2013 se difundieron a nivel nacional la muerte de niños por desnutrición, Aguas del Norte puso motores de emergencia con electrógenos pero hace más de un año y medios esos motores no funcionan.

“Ya estamos acostumbrados a que nos tengan días enteros sin suministro eléctrico”, manifestó porque en la zona se registran 45 grados.

Consideró paradójico que mientras el Ministerio de Salud Pública invite a extremar medias sanitarias en el contexto de pandemia, cuando no tienen un buen servicio de luz y agua.

Ahora espera que se avance en algo luego de la visita del presidente del Ente Regulador de los Servicios Públicos, Carlos “Uluncha” Saravia, quien se llevó reclamos y anunció la instalación de un puesto fijo.

Reconoció que fueron móviles de Edesa que cambiaron postes y cables, pero se fueron y volvieron a quedar dos operarios para atender a un municipio de 12 kilómetros.