El Santuario del Milagro es uno de los dos de Argentina que el Papa ha elegido para “envolver el mundo en la oración mariana por excelencia”.  El rezo del Santo Rosario unirá a otros 10 centros que en los cinco continentes veneran  a la Virgen María y tendrá lugar el sábado próximo,  en la víspera de Pentecostés.

“Para nosotros es una bendición especial y un desafío, para ponernos al lado de la Virgen y a viajar espiritualmente y rezar juntos con el Papa para que la santísima Virgen proteja al mundo de la pandemia del coronavirus”. Esa fue la invitación formulada por el máximo referente de la Iglesia local, el arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello.

La decisión papal de unir en una oración a todo el planeta ha sido ponderada por líderes de distintos sectores. Es un aporte espiritual para contribuir a reconstruir la esperanza en muchos habitantes de todas las ciudades, especialmente las afectadas más gravemente por el COVID 19.

Lejos de esa razón, el 1 de enero de 2020 el Papa Francisco había confiado el nuevo año a María, la madre de Dios, pidiendo paz y unidad. Fue en oportunidad de la misa celebratoria de la Jornada Mundial de la Paz, que coincide con el homenaje ofrecido a esa imagen de la cristiandad que sucede en el comienzo de cada año.

Y nuevamente es a la figura de la mujer más descollante del catolicismo a la que se evoca en esta plegaria universal. Es que la Iglesia Católica reconoce en una mujer a la principal aliada en el plan divino de salvación. “Gracias a su sí, cuando llegó la plenitud del tiempo, envió Dios a su Hijo, nacido de mujer», destacó Francisco en su homilía.

Fue la oportunidad para reivindicar a esa parte de la humanidad que, como también expresara, que es continuamente ofendida, golpeada, violada y hasta inducida a prostituirse.  “De cómo tratamos el cuerpo de la mujer comprendemos nuestro nivel de humanidad”, dijo Francisco, sin obviar la necesaria referencia a los intentos por legalizar el aborto.

Convencido que es propio de la mujer tomarse la vida en serio y que la Iglesia tiene el corazón de una madre, el rezo del Rosario del próximo sábado, lo tendrá al Sumo Pontífice pidiendo por el fin de la pandemia frente a la imagen de la Virgen de Lourdes en las grutas del Vaticano. Las otras versiones que congregarán a los feles, además de la del Milagro, serán Fátima, Guadalupe, Luján, la Inmaculada Concepción, entre otras.

Y nuevamente la tecnología será la herramienta, que en cuarentena, servirá para permitir la oración mundial. Aunque la demanda de acercarse a templos e imágenes es creciente, la flexibilización alcanzada no hace suponer grandes concentraciones. La oración será –como corresponde- un acto íntimo y personal, aunque la intención es comunitaria.

La nueva normalidad, a la que se remiten los gobernantes, aún tiene tendido un necesario cerco de distanciamiento social. Y es así también en Salta.

Salta, 28 de mayo de 2020