La obra habilitada es una autopista de 5 kilómetros que tomó dos años construir, se ejecutó con fondos, empresas y mano de obra salteña. El acto venía postergándose por la demora en terminar detalles y se realizó finalmente en el momento de mayor tensión que enfrenta el mandatario, que hace un poco más de sesenta días empezó su segundo mandato. Las dificultades que han comenzado a entorpecer su gestión y un público maltrato aplicado contra su persona y la de sus pares de todos los distritos, por el presidente Javier Milei justifican el tono y contenido de la alocución de Gustavo Sáenz.

“Es un orgullo decir a los que tienen una visión centralista, lo que podemos hacer con nuestros recursos cuando son bien utilizados; la obra pública dignifica”, dijo el mandatario. El mensaje tuvo un destinatario excluyente en una jornada que intensificó el ataque verbal en el que suelen convertirse las expresiones públicas del jefe de gobierno nacional.

Se estaba aguardando del gobernante salteño, que fue uno de los primeros en concurrir a ofrecer su aporte a la gobernabilidad de un país con un presidente que exhibe una clara debilidad política, reformule esa posición pública. La del jueves fue una jornada propicia a ese fin ya que el gobernante nacional usó parte de su tiempo para participar de espacios periodísticos en los que se habló de los mismos temas.

Uno de ellos fue el reclamo de los gobernadores por la suspensión del envío de recursos, que se giran en cumplimiento de acuerdos con vigencia -en algunos casos- desde hace más de décadas La justificación es el afán correctivo de prácticas corruptas. El mismo sentido tiene la decisión de no financiar obras públicas que, al decir de Milei, son “un mecanismo furioso de robo”.  

La diatriba presidencial es recibida con tolerancia por parte de gobernadores que están ocupados en disponer medidas que morigeren el impacto del cambio de reglas de juego, que está poniendo en riesgo programas y acciones de hondo contenido social. Los que, como Gustavo Sáenz, fueron señalados incluso como traidores por el Presidente, han comenzado a responder; de allí la advertencia del salteño, de que no será puesto de rodillas.

El dramatismo del mensaje se corresponde con las dificultades que se avizoran en lo inmediato. Con recursos propios se están cubriendo las demandas de programas sociales, la provisión de insumos sanitarios e, incluso, el pago de haberes al sector docente pero las disponibilidades alcanzan para una cobertura parcial y transitoria, amenazando el equilibrio fiscal.

Gobernar es difícil y se torna más complicado cuando se produce el desfinanciamiento a las provincias para contener el déficit nacional. Como advirtió Sáenz, la opción de la prudencia para facilitar el diálogo es el camino pero reclama una tolerancia que se va agotando.

Salta, 16 de febrero de 2024