El acuerdo con el FMI genera tensiones entre los movimientos sociales afines al Gobierno

El Presidente recibió en la Casa Rosada a dirigentes de las organizaciones alineadas con el Frente de Todos. Les aseguró que no habrá recortes en los planes sociales. Hay voces disidentes y otras componedoras.

Política 04/12/2021

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Las negociaciones del Gobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el tratamiento en el Congreso del “plan plurianual” para llegar a un pronto acuerdo, generan tensiones dentro de las organizaciones sociales vinculadas al Frente de Todos, que hasta ahora apoyaron sin fisuras al presidente Alberto Fernández.

Entre los principales dirigentes del Movimiento Evita, Barrios de Pie, del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), el Movimiento de Trabajadores excluidos (MTE) y la Corriente Clasista y Combativa (CCC), hay opiniones y posiciones encontradas, aun dentro de una misma organización.

En el marco de la serie de reuniones con los principales sectores de la economía antes del envío al Congreso de un “plan plurianual” para refinanciar la deuda con el FMI, el presidente Alberto Fernández recibió ayer a la tarde en la Casa Rosada a los movimientos sociales para aclararles las condiciones que está planteando el Gobierno al organismo de crédito. El encuentro se extendió por casi tres horas.

El jefe de Estado les aseguró que un posible acuerdo con el organismo internacional no estará atado a ajustes, y que no se recortarán partidas presupuestarias destinadas a los programas sociales. Como informó este medio, entre noviembre y principio de diciembre, el Ministerio de Economía, a cargo de Martín Guzmán, “reforzó” el presupuesto del área a cargo de Juan Zabaleta con unos $100 mil millones para solventar el pago de un bono navideño de $8.000 para los beneficiarios del programa Potenciar Trabajo; el aumento en la asignación que reciben los inscriptos a ese plan por el incremento del salario mínimo vital y móvil; y por la mayor cantidad de personas que perciben el Programa Tarjeta Alimentar. De hecho, en lo que va de 2021 el presupuesto del Ministerio de Desarrollo Social se disparó en un 100%, de los $260 mil millones iniciales pasó a poco más de $500 mil millones.

Gildo Onorato, secretario gremial de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), y uno de los presentes en el encuentro con Fernández le dijo a Infobae que los dirigentes sociales le plantearon al Presidente “su agenda” y “la necesidad de que el crecimiento económico sea también redistributivo”. También opinó: “Estamos convencidos de que el 17 de noviembre empezó una nueva etapa, y que el protagonismo de los trabajadores y los movimientos populares es central para lo que viene” .

Ese día, después de la derrota electoral, las organizaciones sociales vinculadas al Frente de Todos, junto a la CGT y La Cámpora, realizaron una masiva movilización para respaldar al Jefe de Estado.

Según el dirigente del Movimiento Evita, Fernández les agradeció el “aporte central en la etapa final de la campaña” que tuvo la militancia social y “reivindicó la movilización popular”.

Infobae pudo saber que en la reunión, de la que también participó Julio Vitobello, el secretario General de la Presidencia, los dirigentes populares le aseguraron a Fernández que van a insistir con la denuncia penal “a los fugadores de dólares producto del acuerdo de Mauricio Macri con el FMI”.

Onorato reveló también que el primer mandatario les aseguró que “el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional no está cerrado” y que no va implicar “ajuste y perjuicios a los sectores populares”. “Alberto Fernández nos aseguró que no va a comprometer a nuestro país de forma irresponsable como hizo Macri”, puntualizó el dirigente del Movimiento Evita.

Entre otros dirigentes sociales participaron Emilio Pérsico, uno de los principales dirigentes del Movimiento Evita y Daniel Menéndez, el coordinador nacional de Somos Barrios de Pie, ambos son funcionarios en el Ministerio de Desarrollo Social.

Casi al mismo tiempo que se desarrollaba el encuentro con los actores sociales en la Casa Rosada, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, se refirió a la negociación de la deuda por USD 44.000 millones que lleva adelante el organismo multilateral con el gobierno del Frente de Todos. “Todavía hay mucho por hacer”, dijo la economista búlgara y destacó “la importancia de trabajar hacia un programa que mejore significativamente los fundamentos macroeconómicos de Argentina y coloque al país en una senda sólida para recuperarse de esta crisis”.

Posiciones disidentes

Antes y después del encuentro de ayer en Balcarce 50, los principales referentes sociales que abrevan en el Frente de Todos demostraron su reticencia, desconfianza o aceptación ante un posible acuerdo con el FMI.

Una de las expresiones más duras fue la de Juan Grabois, el líder del MTE y uno de los dirigentes sociales de mejor diálogo con Cristina Fernández de Kirchner. “Vamos a tener momentos de tensión por el acuerdo con el FMI”, adelantó y señaló que “la negociación debería ser en términos de estafador-estafado y no acreedor-deudor”, algo que no sucederá.

“Si yo fuera presidente no acordaría con el Fondo Monetario Internacional. Entiendo que las principales fuerzas políticas de la Argentina van a acordar. Nosotros (por su espacio el Frente Patria Grande) tenemos una pequeña fuerza parlamentaria que va a plantear una pequeña negociación”, dijo en el programa Brotes verdes en C5N y explicó: “Frente a un plan plurianual de garantías para el Fondo Monetario Internacional, tiene que haber un plan plurianual de garantías para el pueblo pobre de la Argentina que incluya, por ejemplo, el salario básico universal para 9 millones de argentinos que no tienen ingresos regulares para superar la línea de la indigencia”.

Hasta ahora el proyecto de ley no prosperó en el Congreso. Fernández tampoco firmó un decreto para imponer ese beneficio, como le sugirió Grabois; por esa razón, el dirigente sostiene que, de no variar esa situación en los próximos días, los diputados nacionales del Frente Patria Grande, Itai Hagman y Federico Fagioli, a quienes desde el 10 de diciembre se les sumará Natalia Zaracho, “no votarán el acuerdo” y remarcó “no cumpliremos con la disciplina del bloque”, del Frente de Todos que preside Máximo Kirchner.

Otro dirigente popular, y diputado nacional que conforma la bancada oficialistas, le adelantó a Infobae que no votará ningún tipo de acuerdo con el FMI, sin importar el contenido. “La deuda es con el pueblo. No hay posibilidad de salir de la crisis si tenemos sobre nuestra cabeza la bota del FMI y sus recetas de destrucción masiva de la soberanía y la economía nacional”, argumentó Juan Carlos Alderete, el Coordinador Nacional de los Desocupados de la Corriente Clasista y Combativa.

“No se puede ser tibio con la usura. Es evidente que le prestaron al gobierno de Mauricio Macri para apretar, no para ayudar”, aseguró. Entiende que “se puede vivir sin el Fondo”.

—¿Lo habló con el jefe de su bloque?, le preguntó este medio.

—Máximo sabe desde hace tiempo que yo no estoy de acuerdo con pagar la deuda ilegítima tomada por el gobierno de Macri. La gente tiene que saber cómo se endeudó el país, para qué Macri nos endeudó de semejante manera y dónde fue esa plata. Hay que investigar todo eso. Yo ya le dije al bloque que no voy a votar el plan plurianual. Ya se los dije, no tengo nada que ocultar. En la sesión voy a argumentar por qué no voto el acuerdo con el FMI. Tampoco voy a votar el Presupuesto 2022 porque hay ajuste en educación. Yo no milito por el ajuste.

Alderete y Grabois fueron dos de los dirigentes que el jueves se manifestaron frente al Congreso para exigirles a los legisladores oficialistas y de la oposición que habiliten una sesión para tratar seis leyes de la economía popular, como la de Envases. Hasta ahora no tuvieron respuesta.

En un sentido similar se manifestó Dina Sánchez -que ayer tampoco estuvo en la reunión con Fernández al igual que Grabois- integrante de la mesa directiva de la UTEP y coordinadora Nacional del Frente Darío Santillán: “La mayoría de los votos que conformaron el Frente de Todos quieren enfrentar al Fondo Monetario como un estafador, y no como un acreedor simple”, apuntó al ser consultada por este medio. Y agregó de manera tajante: “No hay que pagar un solo dólar que se haya vendido para financiar la formación de activos en el exterior. Ese dinero ingresó violando el estatuto del FMI y eso tiene que ser parte de la negociación”.

Para la militante feminista “en lo inmediato, nuestra tarea es garantizar la inversión pública hacia los trabajadores y trabajadoras de la economía popular” y precisó que los movimientos populares que ella representa están en una etapa de lucha económica, que desde luego está vinculada a lucha política: “Eso se puede expresar a través del salario universal, que es nuestra reivindicación programática. Hace falta un mayor nivel de inversión social, priorizando a los sectores organizados”.

El Movimiento Evita es la organización social más grande y que salió a la calle a apoyar a Alberto Fernández cada vez que lo necesitó. Sus dos dirigentes y funcionarios más conocidos, Fernando “Chino” Navarro y Emilio Pérsico, se manifestaron de manera tajante ante la posibilidad de un acuerdo con el FMI.

—¿El Movimiento Evita apoya o no apoya la negociación del Gobierno con el FMI y un posible acuerdo?, le preguntó a Navarro este medio.

—Apoyamos toda negociación que nos permita crecer

Pérsico, en cambio, no está de acuerdo con comenzar a pagar las acreencias ahora. “Lo que tenemos que negociar son tres años de pagar lo menos posible o no pagar nada por ese tiempo para que la Argentina crezca. Es un no pago negociado por 3 años para crecer”, le dijo a Radio Gráfica.

Dentro de ese mismo espacio, Gildo Onorato, también secretario gremial de la Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), opinó ante Infobae que Fernández debe “entablar una negociación con el FMI” pero “sin hipotecar el futuro como lo hizo Mauricio Macri” y entendió que lograr ese tipo de acuerdo “es responsabilidad del conjunto que hace al Frente de Todos”.

Sobre la manera de encarar las negociaciones, que comenzarán en las próximas horas, Onorato aseguró: “Confiamos en el Presidente y sus colaboradores en el marco de una crisis severísima y profunda. A pesar de todo se inicia una etapa que abre esperanzas para modificar la estructura productiva, democratizar y desconcentrar la economía”.

“La deuda es impagable y sabemos que tienen condicionantes que son de dudosa legalidad. Por eso, el objetivo del acuerdo con el FMI debe ser postergar los pagos tres o cuatro años”, propone desde Barrios de Pie Daniel Menéndez, el subsecretario de Promoción de la Economía Social y Desarrollo Local. “Hay que estar preparados para confrontar las medidas de ajuste que en los próximos diez años intentará imponer el Fondo Monetario Internacional como hace siempre”, agregó.

Esteban “Gringo” Castro, el secretario general de la UTEP y también dirigente del Evita y del Movimiento Misioneros de Francisco, suele ser un dirigente social muy escuchado dentro de su espacio, pero también por el presidente Fernández. Con la mesura que lo caracteriza, primero entendió que las organizaciones sociales “necesitan cada vez más unidad” y después aconsejó: “Hay que movilizarse porque viene un combate muy duro que es el acuerdo con el Fondo Monetario”. Castro entiende que en la calle es dónde se le demostrará al jefe de Estado el apoyo que tiene desde las organizaciones de la economía popular nucleadas en la UTEP pero con expresiones políticas propias, dentro y fuera del Congreso.

Como se ve, dentro de los espacios de poder que conforman a los movimientos sociales alineados a la Casa Rosada no hay un pensamiento hegemónico de cara al tratamiento en el Congreso del “plan plurianual” ni frente a un posible acuerdo. El hecho tiene valor ya que todos los dirigentes aseguran que, a pesar de las disidencias, las “orgas” continuarán alineadas a las políticas que decida Alberto Fernández.

La reunión de ayer en Balcarce 50 sirvió para pulir algunas asperezas aunque no todos estuvieron presentes. El MTE de Grabois no asistió al encuentro, tampoco el Frente Popular Darío Santillán, dos de los espacios más críticos ante un posible acuerdo con el FMI.

La última vez que los recibió Fernández fue antes de las elecciones generales del 14 de noviembre, cuando le comunicaron que marcharían a su favor después de los comicios. Así lo hicieron, hace dos semanas, en la movilización por el Día de la Militancia del 17 de noviembre, en la Plaza de Mayo, después de la derrota en las elecciones generales que el Gobierno buscó presentar como un triunfo por la remontada con respecto a las PASO.

Infobae

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