Novena

Es un tiempo especial, durante el que se escuchan los mensajes y se observan las conductas propias y la de los principales referentes de la realidad de cada uno. Por eso es el cuidado que la Iglesia Católica pone para que la celebración siga manteniendo su trascendencia en la vida comunitaria. Es una de las festividades religiosas más importantes de América, que este año tiene como lema "Milagro, Iglesia eucarística de encuentro y oración". No se discute que representa un momento de renovación espiritual, que se trata de manera individual pero también social y ese aspecto le da otra trascendencia.

Desde el 20 de julio pasado se han movilizado decenas de miles de personas, que concurrieron a una visita a las imágenes de quienes son reconocidos como Patronos Tutelares, función que se observa en este medio centenar de días. Desde el inicio de este proceso, que se abre con la entronización de las imágenes, la oración es una herramienta para llegar con un mensaje dos veces milenario pero también para acompañar la reflexión sobre el momento actual.

La celebración de 2024 está inscripta en el Año de la Oración, declarado por el Papa Francisco como preparatorio del Año Santo, que es 2025. El propósito es que cada hombre y cada mujer sean elementos de reconciliación, cuyo sentido netamente religioso es la renovación del vínculo con Dios. Pero el sentido  social  es -como señaló el Arzobispo de Salta en la entronización- que cada cual se convierta “en constructor de unidad y animador de fraternidad".

La convocatoria rescata una necesidad que también condicionaba la vida nacional cincuenta años atrás.

Monseñor Mario Cargnello evocó el año 1974, un período marcado por tensiones y divisiones en Argentina. Para quienes no tienen presente la situación económica, política y social del país, vale mencionar que fue el año de la muerte del entonces presidente Juan Domingo Perón. Por eso es que el prelado comenzó la celebración de este año advirtiendo que se vuelve a escuchar el llamado a la reconciliación, resaltando la demanda de unidad y amor a la Patria.

Desde este día y hasta el 15 de setiembre, cuando se renueve el Pacto de Fidelidad, será evidente el paréntesis que se abre en la vida ordinaria de quienes habitan el territorio provincial, muchos de los cuales ya están peregrinando en la búsqueda de un milagro que ningún sector político ni ningún hombre providencial puede realizar. Pero quizás sí pueden concurrir a generar condiciones para alcanzarlo.

En ese ánimo impactará la sucesión de mensajes que desde cada púlpito se transmitirá para llenar de esperanza el corazón de los que solo pueden creer en Dios para su salvación o su salida. “Los tiempos difíciles pueden ser una ocasión para renacer. Depende de nosotros. Sucede en la vida personal y también en la historia de los pueblos”, fue el mensaje que abrió el Pacto del último Milagro.

Sirve todavía el llamado a ser honestos y prudentes, no solo por estos próximos nueve días.

Salta, 06 de setiembre de 2024