Se lo escucha hablar y lo que dice, no tiene nada que ver con lo que dijo anteriormente y con lo que hizo. No hay que olvidarse que fue presidente del PJ, tiene extracción peronista de familia y llegó a ser Senador de la Nación yendo en una boleta con Cristina Fernández; sin embargo, las acusaciones que hace Romero sobre la hoy Vicepresidenta en cuanto al Senado es exactamente lo que hizo él aquí, en Salta, durante doce años.

¿Cómo se llama eso? ¿Sería hipocresía? ¿Mentir? ¿No tener memoria? ¿Alguna enfermedad que afecte a la memoria? ¿O, simplemente, una ambición desmedida de poder que lo hace pensar que puede ir moldeando a la gente de acuerdo a sus propias necesidades?

Todo lo que le adjudica a Cristina, Juan Carlos Romero lo hizo en Salta: no atendía a nadie, hablaba solo con su círculo rojo e ignoraba a la oposición; además, tuvo mayoría en las Cámaras de Diputados y Senadores.

Parece que en el poder, algunos pierden la memoria o son mentirosos seriales o la edad los puede llevar a ser más mentirosos de lo que eran antes. Creo que Romero se olvida de su pasado, es como si hubiese renacido en el Senado de la Nación con la presidencia de la señora Kirchner.

Irrumpió en la política desde el Partido Justicialista, fue 12 años gobernador peronista, fue candidato con Menem a la vicepresidente de la Nación, fue presidente del Partido Justicialista y, de golpe, se hace del PRO. Indudablemente, todo lo que Romero consiguió económicamente, lo consiguió con gobiernos peronistas e, incluso, siendo él gobernador peronista. La fortuna que hizo, la construyó con la política. Ahora ya no se junta más con la gente común con la que antes se vinculaba; ahora se junta con la gente de plata y es el defensor número uno del PRO y el enemigo número uno del peronismo.

Creo que debiera sincerarse, plantear qué va a ser de su futuro. En principio, parece que ya está encaminado con el arreglo que hizo con Alfredo Olmedo –empresario, pastor evangelista y fundador del partido Ahora Patria- para la candidatura a diputado nacional del actual diputado provincial, Carlos Zapata. Además, su hija es la intendenta de la Capital y lo hace por el PRO.

¿Qué cambió en su cabeza? Porque la provincia sigue igual: Salta está entre las provincias más pobres del país. Es decir, ¿qué transformó este dirigente en beneficio de la gente y no en su propio beneficio?

Según la declaración de bienes en el Senado y su incorporación en la nómina de contribuyentes del Impuesto a la Riqueza, Romero es uno de los senadores con más dinero. ¿Cuáles son las empresas tan rentables que tuvo más allá del Gobierno? Quiere decir que ser gobierno es rentable. Siendo ahora una persona de dinero y poder, este ex gobernador –que modificó la Constitución Provincial para tener tres mandatos- se apegó a otro partido porque representa a la gente como él.

Resulta difícil que la gente hoy pueda entender qué pasa con la política. Esto es lo que pasa: la política está llena de mentirosos y oportunistas; por eso estamos como estamos.