La iniciativa dio lugar a un extenso debate que puso en foco la poca disponibilidad de tierras en distintos puntos de la Provincia con fines urbanísticos. La escasez es tal que se confirmó en ese ámbito que el Gobernador pretende tomar parte de la propiedad del INTA de Cerrillos para destinarlas a asentamientos de población.   

En agosto del año pasado y en medio de una ola de ocupaciones ilegales de terrenos en Capital e interior, el Ejecutivo lanzó el Plan Mi Lote. Según el escueto anuncio, el propósito es entregar parcelas con servicios a familias que viven en estado de hacinamiento por su incapacidad de acceder a una propiedad y la paralización de la construcción de viviendas sociales por parte del Estado. Esa circunstancia está destacada en el proyecto que logró por mayoría la media sanción y que subraya la necesidad de comenzar a expropiar tierras para viabilizar el proyecto de Gustavo Sáenz.

Uno de los objetivos es la Estación Experimental Agropecuaria del INTA, en el vecino departamento, que tiene una extensión de algo más de 1300 hectáreas destinadas a la función de investigación y transferencia de tecnología para las fueron adquiridas en 1958 por el Estado Nacional. En el predio no hay ninguna tierra ociosa es lo que declararon las autoridades de la estación y aseguraron que la pretensión del Gobierno Provincial representa el 85% de las tierras agrícolas del INTA Cerrillos. El titular del Centro Regional Salta Jujuy del INTA, José Minetti, confirmó la iniciativa y en declaraciones periodísticas dijo sentirse “sorprendido y preocupado”.

El Ministerio de Infraestructura fue el responsable de elaborar el informe técnico para la afectación de la porción del inmueble que se destinará al Programa de Desarrollo Urbano Mi Lote para la entrega de casi 3 mil lotes a otras tantas familias que se inscribieron en el mismo. Ese informe acompañó la presentación en febrero pasado del proyecto de ley que ya tiene trámite parlamentario en la Cámara de Diputados de la Nación. Dispone la transferencia a título gratuito a la Provincia de Salta de una superficie 596 hectáreas y en sus fundamentos señala que además de las parcelas destinadas a la construcción de viviendas se desarrollará una infraestructura en servicios, habilitación de plazas, espacios públicos, unidades educacionales, sanitarias, asistenciales, culturales y deportivas. 

La cuestión fue solo una referencia en el debate de la última sesión de Diputados de la Provincia y no tuvo mayor eco. No es un proyecto que reconozca la autoría de ninguno de los legisladores nacionales por Salta sino del bonaerense Carlos Américo Selva, del Frente de Todos. Es un viejo conocido del gobernador salteño ya que fue intendente de Mercedes y uno de sus mandatos coincidió con el de Sáenz en la Capital. El otro punto de unión es la figura de Sergio Massa, líder del Frente Renovador al que pertenece Selva, a quien el mandatario acompañó como candidato a vicepresidente en 2015.

Estos vínculos estrechos y con peso político indudable no necesariamente aseguran un tránsito seguro en el Congreso. Y debiera convocarse a un debate de fondo en la Provincia, de perfil agropecuario, a cuyo desarrollo el INTA es un aportante relevante.

Salta, 14 de abril de 2021