La situación económica está demandando una acción efectiva del Gobierno y no solo para ordenar las cuentas públicas, sino para acompañar la recuperación del aparato productivo provincial. El propio mandatario reconoció que es el sector privado el que alimenta al público y este es un tiempo difícil para ambos; todas las provincias han recibido ayuda del Gobierno Nacional pero no les alcanza como tampoco la que desde el Estado se ofreció a las empresas. La recaudación va en descenso y es firme el riesgo de paralización económica.

Ante un plenario de Senadores, el Ministro de Economía y Servicios Públicos, Roberto Dib Ashur, brindó un amplio panorama sobre el estado financiero de Salta. Hay dos cifras que la describen: se deben afrontar vencimientos de deuda por 9600 millones de pesos cuando se registra una caída de ingresos de 5500 millones.

Por supuesto que el funcionario defendió la cuarentena dispuesta en marzo y que progresivamente se fue abandonando pero no dejó de vincularla a un impacto negativo sobre la economía nacional  que va a superar al de la crisis de 2001. Allí se ubica el primer eslabón de una cadena que ata el destino de los salteños, teniendo en cuenta que la caja que luego se distribuye como  coparticipación federal, se integra con los impuestos que aporta un sector en caída libre. Además, el presupuesto de la provincia se sostiene con un 80% de fondos que se perciben por ese concepto.

Y el año arrancó mal, porque 2019 cerró con un déficit de más de mil 100 millones de pesos y se arrastra una deuda global de 38 mil millones. Se sumó a ello que en el período de enero a mayo,  los ingresos provenientes de la coparticipación nacional mermaron en 5 mil millones de pesos y se estima que se sumarán otros mil millones en junio. También la recaudación provincial sufre un recorte porcentual similar.

Frente a ese panorama, no hay muchas señales de cómo se va a encarar la cuestión. El diputado provincial Santiago Manuel Godoy propuso duplicar la alícuota del Impuesto a los Ingresos Brutos, la mayor fuente de recaudación provincial, a los rubros que les fue bien durante la pandemia de Covid 19. Citó a farmacias, mayoristas que aumentaron los precios, bancos y a la empresa distribuidora de energía. El  Coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Provincia, Pablo Outes, aportó lo suyo y tras señalar que esta gestión no llegó para llorar frente a este panorama, sostuvo que va de lógico que la retracción del gasto es el camino que se debe transitar. La variable de ajuste debe ser –a juicio de este funcionario- el área que lleva la mayor cantidad de recursos, que es la de personal, en la que se invierte entre el 73 y el 78% del presupuesto. Por supuesto que cualquier decisión al respecto, será progresiva.

El Gobierno Nacional se comprometió a seguir ayudando a las provincias, aunque está rozando límites preocupantes de emisión monetaria. Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal, citado por el portal Ámbito durante los primeros cinco meses de 2020 representa el 3,5% del PBI estimado para 2020 y se convirtió en la cifra más alta de los últimos 30 años.

El dato relevante es que en todos los niveles de gobierno se entiende la gravedad del momento. 

Salta, 05 de junio de 2020