Vale en esta jornada explicar por qué, en esta fecha, el saludo apunta a un concepto que no pareciera responder a una categoría jurídica, académica o política. Y se habla de la Patria como un sentimiento.

Las definiciones coinciden en referirse a la Patria como la tierra natal o adoptiva que está ligada a una persona por vínculos afectivos, jurídicos e históricos. Los expertos consideran, entonces, que “la Patria puede ser el lugar de nacimiento, el pueblo de los ancestros o el país donde un sujeto se radicó a partir de un cierto momento de su vida”.

Al parecer, el vínculo afectivo es lo que se percibe antes que cualquier otra conceptualización. Las fechas de celebraciones cívicas se celebran con entusiasmo y emoción en la escuela primaria, en la que los infantes van elaborando una identidad a partir de símbolos como la bandera y el himno, a los que vincula con la Patria y no con una Nación y mucho menos con un Estado, que son abstracciones más complejas.

Ese suelo en el que se nace o se crece, en el que se produce y se concretan objetivos y proyectos de vida, es lo que en el que aquel lejano día de mayo comenzó a limitarse. La colonia debía dar lugar a otro entidad que todavía no era un país pero sí un pueblo, que estaba eligiendo su destino. Por eso es que desde su inicio se habló de Patria y así se reflejó en la Gazeta de Buenos Ayres que fundó Mariano Moreno, apenas se integró la Primera Junta de Gobierno de la que fue secretario. 

De ese concepto surgen otros, como el patriotismo. Se describe como el vínculo o una forma de pensar que une fuertemente a una persona con su patria. Cuando alcanza expresiones extremas deja de expresar el orgullo por formar parte de un territorio, sea natal o adoptivo y manifiesta una nociva radicalización. Es cuando pesan implicancias políticas, ideológicas, sociales o culturales y se usan para ejecutar prácticas de propaganda política.

En la Argentina, el concepto de Patria que se impone es el de identidad, en el que impactan más los sentimientos y valores compartidos. Es que no hay Patria sin consensos, producto de negociaciones, que facilitan acuerdos aún con renunciamientos. 

Por eso sirve en este día patrio reflexionar al respecto. Nuevamente la Argentina está en un punto que demanda una construcción desde los cimientos. La estructura institucional convenida en distintos momentos históricos durante más de dos siglos, está siendo sacudida por los gobiernos que han venido sucediéndose y que tratan de tender un manto sobre sus desaciertos.

No es una pandemia la que tiene a esta Nación en una crisis; tampoco es una deuda pública elevada. Es la incapacidad para resolver la actual y las que aparentemente se superaron desde el fondo de la historia.

Falta un proyecto que imponga la unidad nacional por encima de ambiciones políticas. El sentimiento de Patria debe servir para lograrlo.

Salta, 25 de mayo de 2020