Consideramos que este funcionamiento defectuoso tiene mucho que ver con la parálisis económica, las desigualdades y la pobreza, e incluso con nuestro atraso en determinados ámbitos del pensamiento y la cultura.

Entendemos, por tanto, que los salteños tenemos que emprender las reformas institucionales imprescindibles.

Necesitamos un auténtico compromiso de todos los poderes del Estado para hacer realidad la supremacía de la Constitución y de los Tratados Internacionales sobre Derechos Humanos Fundamentales.

De nada valdría reformar la Constitución Provincial si quienes legislan, gobiernan o dictan sentencias no se deciden a hacer realidad todas y cada una de las libertades republicanas. Si no se deciden a remover los obstáculos que frenan el desarrollo de Salta, consolidan las desigualdades, postergan a las minorías y fomentan el oscurantismo.

De nada vale hablar de reformar nuestra Constitución si no avanzamos de aquí en más hacia un Poder Judicial que sea realmente independiente del gobierno, de los políticos y de los poderes fácticos.

Necesitamos, urgentemente, una Justicia Justa, Independiente y Eficaz. Que reconstruya la unidad del orden jurídico constitucional. Que elimine ineficiencias y complicidades que llevan a la impunidad. Ha llegado el momento de obligar al Poder Judicial a respetar los plazos y terminar con la mora que cercena derechos.

¿Hace falta para todo esto reformar la Constitución? Probablemente. Pero hay mucho por hacer desde hoy mismo. Por ejemplo: reformar el Consejo de la Magistratura (dando entrada al mundo académico y velando por la idoneidad de los consejeros), reformar la Escuela de la Magistratura para reconvertir masivamente a jueces y magistrados fomentando el conocimiento de las modernas corrientes jurídicas.

La Corte de Justicia debe abrirse a procesos de auditoría y control externo. Y conformar un Tribunal de Ética Judicial independiente formado por juristas eméritos. 

Necesitamos un fuero especial para los asuntos urbanísticos, ambientales y del consumo. Tanto como completar el fuero contencioso administrativo con reglas y jueces capaces de hacer efectivas las responsabilidades del Estado y de los gobernantes.

La lista de reformas es, ciertamente, larga y desborda esta columna. 

Pero permítanme un párrafo final acerca del itinerario o metodología de estas reformas: No avanzaremos en la buena dirección sin un debate amplio. Que comprenda a todas las fuerzas políticas, sociales, profesionales y universitarias. Que interese a la opinión pública. Que cuente con la participación de expertos nacionales a internacionales. 

Las “mesas chicas” y los conciliábulos entre cuatro paredes, nos conducirían a una nueva frustración.

Los interesados en participar en las actividades del FOCIS, pueden dirigirse a ….

Muchas gracias.