El biólogo y director del museo de Ciencias Naturales de Salta, José Corronca, contó en Aries que los constantes sonidos del cantar (estridulación, en realidad) de los coyuyos, a pesar de tornarse casi insoportable, no corresponden a una “invasión” de estos bichos a la ciudad de Salta, sino que se trata de especies comunes del norte argentino, y de todo el país, donde habitan más de 130 clases.

El Doctor en Ciencias Biológicas, orientación en Zoología, indicó que se trata de la época de apareamiento de las cigarras y, a través de los sonidos, los machos atraen a las hembras.

Después de las primeras lluvias estos insectos emergen del suelo, lugar en el que estuvieron entre dos y 15 años alimentándose de raíces. Suben a los árboles, cambian la piel y generan estos sonidos que oscilan los 120 decibeles para seducir a las hembras.

“Hay distintos tipos de cantos, se congregan de a muchos y por eso es tan fuerte. Cada especie tiene un sonido particular. A la mañana cantan algunos; a la tarde, otros y a la noche, otros” indicó Corronca. “Con los músculos producen los sonidos, en algunos casos. Otros, lo generan desde abajo de las alas con una estructura de tipo rallador”, agregó el biólogo.

Según vaticinó el especialista, entre “dos o tres semanas, ya no habrá tanto ruido, porque termina la época”.