Opinión03/06/2019

Incomprensión

Salta se apresta a participar de la quinta marcha bajo la consigna “Ni una menos”. Es la tercera que se efectúa en pleno proceso electoral pero no hay expresiones que reflejen el impacto de la lucha en prácticas que siguen mostrando la descentralización de la dirigencia política.

Ni una menos fue un movimiento que emergió del hartazgo ante la violencia machista, cuya expresión  más cruel es el femicidio.  Cuatro años después se ha institucionalizado en un colectivo, cuyas demandas desbordan los reclamos por la interminable lista de mujeres asesinadas, por el hecho de serlo.  Abarcan un amplio abanico de reivindicaciones que expresan la intolerancia a un sistema machista y patriarcal de organización social.

El estatuto del Colectivo Ni Una Menos reconoce en su integración “sus muchas expresiones regionales, como parte de un movimiento histórico, que tuvo y tiene hitos organizativos fundamentales en las tres décadas de Encuentros Nacionales de Mujeres y en la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito”.

Como constructoras de este movimiento -que supera, incluso, los límites de esta organización- se incluye  a las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, a las mujeres revolucionarias que fueron sus hijas, a los movimientos de la diversidad sexual y a las que se organizaron en sindicatos. También se suma a las piqueteras y a las mujeres migrantes, indígenas y afrodescendientes.

Con ello, se destaca que la cuestión supera el activismo feminista y se erige también –como dice el documento fundacional- en un lema y un movimiento social. Las mujeres movilizadas son reconocidas herederas de esa historicidad y, a la vez, contemporáneas de un movimiento de mujeres novedoso, potente, popular, transversal, libertario, con mil rostros y miles de entonaciones, que es regional e internacional, a la vez que se inscribe en cada parte del territorio nacional.

Esta acabada descripción de la expansión de esa lucha, contenida en el Estatuto de Ni una Menos, no pareciera tener comprensión en los referentes de los distintos sectores partidarios. En sí mismo, el colectivo se asume como político por el objetivo que se plantea de construir de una sociedad más libre, rechazando  patrones de conducta que condenan a las mujeres a la subalternidad y la obediencia. También asume la defensa de un Estado laico que garantiza las bases del igualitarismo, respetando la religiosidad y el sistema de creencias de una sociedad.

De todas maneras, se ubica a esta movilización distante de los partidos políticos y de otros factores de poder, como los que se vinculan con las empresas y el capital.  Toma la autonomía y la transversalidad como pilares para sostener una acción que busca  un cambio radical.

Frente a ello, la estructura de política que se pone en marcha en cada proceso electoral no ha expresado un reconocimiento de este activismo. La puja por espacios de poder se corresponde con los estamentos de conducción masculinos, que determinarán la asignación de un cupo dispuesto por ley.

El resultado puede demorar el protagonismo de la política en la construcción del bien común, su razón de ser.

Salta, 03 de junio de 2019

Te puede interesar

Incertidumbre

Con mucha incertidumbre cierra una de las semanas de mayor intensidad política de este año electoral. El entramado de relaciones entre el gobierno nacional y los provinciales y entre distintos sectores políticos con representación parlamentaria, ha comenzado a renovarse por necesidad más que por convicción.

Panorama

El arranque de la segunda mitad del año muestra una situación inestable, en la que sobresale la tensión entre el gobierno nacional y las Provincias y la creciente conflictividad social. En ese marco debe inscribirse la convocatoria a un plenario de la CGT Regional Salta.

Concluir el legado histórico

La Patria libre volvió a cumplir años. Vengo de la querida vecina provincia de Tucumán, donde —como desde tiempos inmemorables— se volvió a vivir la emocionante liturgia de una de las fechas más simbólicas del calendario nacional.

Desánimo

A 209 años de un acto que definió la existencia de la Nación Argentina, se toma el peso de un proceso que no ha concluido. El 9 de julio de 1816 se declaró la independencia de la corona española y se renunció a cualquier forma de dominación extranjera. Fue el primer paso.

Acompañamiento

La política salteña está convocada a una importante tarea en defensa de los intereses de la provincia. Frente a un modelo de administración que refuerza el centralismo a costa de un interior heterogéneo, cada sector debe sentar posición sobre avances reales y al margen de definiciones discursivas.

Corte Suprema: sin memoria

Lo que está en juego cuando el poder no tiene memoria.