Ya sea por cansancio o simple aburrimiento, Lewis Hamilton tiene los días contados dentro de Mercedes. No es una decisión de los propios directivos de la escudería alemana. Es una determinación personal del piloto británico, que firmó con Ferrari.
 
A pesar de haber levantado seis de sus siete títulos de la mano de la franquicia germana, Hamilton desea emprender un nuevo camino y se incorporará a las filas del constructor italiano a partir de 2025.
El oriundo de Stevenage tendrá un nuevo reto, luego de haber vivido dos temporadas bastantes flojas, en las que no pudo competir frente a la imponente supremacía del neerlandés Max Verstappen con su potente monoplaza de Red Bull.

Además, un detalle que favorece la llegada de Lewis a Maranello es que cuenta con una clausula de salida por estatus y trayectoria dentro de su contrato con Mercedes, que fue renovado en agosto del 2023. Sin embargo, debido a los detalles del vínculo, la leyenda viva del automovilismo debería esperar hasta 2025, es decir, un año antes de que finalice su relación contractual con los alemanes.
 
Sumado al paso del tiempo, Hamilton desea irse a Ferrari por la falta de competitividad que presentó Mercedes en los últimos años. Pero el equipo tiene una última bala en la recámara. Y su nombre es James Allison, director técnico de Mercedes-AMG Petronas F1 que tendrá el complicado trabajo de competir en los altos puestos de la tabla si desea que su estrella se quede.

El objetivo del británico es claro: alcanzar los ocho títulos de la Fórmula 1 y convertirse en el piloto más ganador en la historia de la competición, superando a la leyenda Michael Schumacher. Por ello, en los últimos años de su carrera, Lewis necesita más certezas que dudas y, si los alemanes no le pueden garantizar esto, deberá partir a otro equipo que sí pueda hacerlo.

Con información de Olé