ADEPA marcó “señales preocupantes” para la libertad de prensa en Argentina

La institución enumeró limitaciones al ejercicio, cuestionó los insultos presidenciales y propuso alcanzar consensos para resolver diferencias.

Política19/03/2025

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La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) presentó su informe semestral sobre libertad de prensa, en el que describe un panorama complejo para la profesión en el país y subraya que existen “señales preocupantes” en la actitud del gobierno de Javier Milei.

El informe de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, que preside Daniel Dessein, señala intentos de limitación al trabajo periodístico, como los cambios en la ubicación de los periodistas en el Congreso durante el discurso presidencial en la Asamblea Legislativa, el anuncio de un mecanismo para silenciar micrófonos de periodistas en la Casa de Gobierno y las modificaciones por decreto a la Ley de Acceso a la Información Pública en septiembre pasado.

Entre las falencias que destaca ADEPA se suma “la falta de conferencias de prensa presidenciales, una práctica propia de las democracias desarrolladas”. Se añade que las conferencias de voceros y ministros no suplen esta carencia.

Un punto de especial preocupación para la Comisión es la “pulsión del Presidente al agravio a periodistas y a voces críticas en general”. Si bien reconoce el derecho de los funcionarios a criticar el trabajo periodístico, el informe enfatiza que no deben “insultar o imputar delitos de manera generalizada, sin dar precisiones sobre hechos ilegales de los que supuestamente tiene conocimiento”. Advierte que los agravios presidenciales ponen en riesgo a los periodistas y pueden ser un instrumento de intimidación y autocensura: “La libertad de expresión no tutela el agravio”, sentencia.

La violencia verbal de los militantes digitales del oficialismo contra periodistas se considera una consecuencia natural del hostigamiento discursivo de funcionarios. Esta violencia busca inhibir el trabajo periodístico y podría estimular actos violentos, añade.

ADEPA matiza que “el período más hostil para la prensa se registró entre 2009 y 2015″, en el que era presidenta de la Nación Cristina Kirchner. En esos años, puntualizó, “se combinó el avance de proyectos legislativos destinados a desmontar empresas periodísticas, el uso de medios públicos para atacar al periodismo independiente y la construcción de estructuras mediáticas paraoficiales, con presiones judiciales, el aval a bloqueos a la circulación de diarios, la aplicación de multas ante la difusión de información contradictoria respecto de indicadores oficiales, la organización de campañas públicas de deslegitimación de periodistas y el uso del aparato de inteligencia y de organismos tributarios para espiar y amedrentar voces críticas”.

Violencia en las calles

El informe también menciona el caso del fotógrafo Pablo Grillo, gravemente herido por un proyectil lanzado por la Gendarmería durante la protesta frente al Congreso de la semana pasada. En ese sentido, ADEPA condena los actos de violencia en la protesta y subraya: “La democracia se construye y se fortalece a partir del respeto mutuo, el debate de ideas y el funcionamiento pleno de las instituciones que garantizan el equilibrio de poderes, el Estado de derecho y las libertades fundamentales. Resulta imprescindible que tanto el Gobierno como la oposición, así como todos los ciudadanos, sostengan un compromiso irrestricto con las normas democráticas y el diálogo institucional”.

Sobre la comunicación pública, el informe recuerda que la publicidad oficial fue utilizada intensamente por gobiernos anteriores para premiar y castigar medios. Si bien es un mecanismo legítimo para comunicar cuestiones de interés público, organismos internacionales y la Corte Suprema argentina establecieron que su distribución debe ser clara, transparente y basada en pautas objetivas, sin emplearse para influir en la línea editorial de los medios, indica.

“No son tiempos fáciles para el periodismo. El oficio y los medios de comunicación se desenvuelven en sociedades en las que crece la polarización; parcialmente desinformadas o desinteresadas de la cosa pública; atravesadas por cambios tecnológicos que impulsan esos fenómenos y minan el modelo de sustentación de los medios”, dice el texto.

El informe cierra con un llamado al diálogo. “ADEPA siempre ha sostenido que la descalificación, la confrontación extrema y la violencia, en cualquiera de sus formas, erosionan la convivencia pacífica y debilitan los principios sobre los cuales se asienta nuestra vida en democracia. La prensa libre, como pilar fundamental del sistema republicano, también debe ser respetada y protegida en su rol de informar, investigar y promover el debate público en un marco de pluralismo y tolerancia. Hacemos un llamado a la responsabilidad de todos los sectores para preservar el respeto por las instituciones y fortalecer el diálogo como vía esencial para la resolución de diferencias y la construcción de consensos en beneficio de la sociedad”.

La Nación

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