Antartida
Hace una semana, el día 22 de febrero, el Presidente Alberto Fernández con parte de su gabinete se instaló en la Antártida, mas precisamente en la base Marambio con el motivo, entiendo como formal, de conmemorar los 119 años de la presencia nacional en el continente blanco.
Pocos presidentes se instalaron allí ya que con el actual suman cuatro, a pesar de que ha transcurrido más de un siglo desde que nuestro país se encuentra allí conviviendo tanto científicos como militares en la investigación y mantenimiento de la soberanía.
Dije que el motivo tenía la formalidad de conmemorar 119 años desde 1904 con una jamás abandonada vigencia de nuestros derechos sobre esas tierras cubiertas de nieve y hielo. Su importancia es mayúscula si se tiene presente que nuestra proyección a la Antártida puede ser considerada mas escuálida que el famoso triángulo que conocemos en mapas desde la escuela y ello debido a factores geopolíticos ocurridos en dos momentos históricos: el primero de ellos cuando el Cardenal Antonio Samoré, en representación del Vaticano, vio una luz al fondo del túnel y esa luz se apagó para nuestro país e iluminó a la República de Chile con el fallo a su favor de las Islas Nueva, Lenox y Pitón dictado por el Papa Juan Pablo II; ello sumado al acto de entrega de la soberanía por la dictadura argentina en 1982 decisión militar tomada por la Junta Militar que permitió a Gran Bretaña enseñorearse en las Islas Malvinas, Orcadas y Sandwich del Sur, también con la intervención del Papa Juan Pablo II. Por tal razón la presencia de nuestro Presidente tiene un significado valioso, al pisar ese suelo que querrá ser disputado por otras potencias mundiales en la retardada Conferencia de 2012.
Nuestra posición será seriamente cuestionada precisamente porque nuestros territorios insulares ya no son los mismos y la proyección se minimiza. Es entonces muy acertado que desde nuestro país se siga consolidando con firmeza los derechos sobre la Antártida y se tenga claro que de ninguna manera para los argentinos y el Estado Nacional la usurpación de las islas del Atlántico Sur por Gran Bretaña y sus aliados es un acto de fuerza no prescriptible en favor de los usurpadores. Habrá momentos históricos distintos a los actuales en los que no sea la apropiación mantenida por el poder de la fuerza y la complicidad de Estados poderosos la regla y sea el reconocimiento internacional a lo Justo que nos permita recuperar por siempre nuestra Islas.
Pero es igualmente necesario que los argentinos no de manera espasmódica sino constante y fundadamente defendamos nuestros derechos en el continente helado. Está bien remarcado por el presidente que nuestro país se extiende desde la Quiaca a la Antártida y que la Antártida debe ser parte de nuestra cotidianeidad, de tal manera que esté claramente fundada nuestra pertenencia y defensa permanente. El Congreso Nacional tiene la responsabilidad de sostener y crear los instrumentos adecuados para que el pueblo argentino esté compenetrado con la causa Antártida Argentina de tal manera que se sienta que la Argentina es bicontinental y que solo nuestra defensa hará posible la pertenencia perpetua de esa tierra. Las apetencias extranjeras están al acecho y nuestra debilidad sería lo óptimo para ellas.
Te puede interesar
Oportunidad
Cierra una semana en la que el protagonismo de los gobernadores tomó cuerpo. Mientras el gobierno nacional mantiene abiertas las puertas de la Casa Rosada al diálogo con los mandatarios provinciales, desde el sector privado también se demandó de ellos definiciones sustanciales para su sostenimiento.
Emergencias
Con puntualidad se están encarando las acciones propias del cierre del año. Las prórrogas de emergencias vigentes en la Provincia han comenzado a tratarse en la Legislatura como sucede, en algunos casos, desde hace tres décadas.
La hora de las decisiones: quién conduce el país en la era de la IA
Hace algunos días terminé de leer el último libro del politólogo italiano Giuliano Da Empoli: La hora de los depredadores. Se trata de un ensayo que continúa explorando el mundo de Los ingenieros del caos. La obra pone la lupa sobre las grandes transformaciones sociales, políticas y económicas que están acelerando a ritmo vertiginoso las elites tecnológicas en alianza cada vez más explícita con los líderes populistas.
Reforma
Un año electoral intenso alcanzó sus objetivos generales de reforma legislativa pero también dejó datos sobre la política que la dirigencia del sector no debe ignorar. Debe trabajar para mejorar el vínculo con la sociedad, dado que es un elemento fundamental para la consolidación de la democracia.
Desregulación
La falta de federalismo que caracteriza al sistema institucional argentino ha tenido este martes una nueva manifestación. El Ejecutivo nacional dispuso desregular las cuotas que se pagan en los colegios privados sin advertir que se trata de decisiones que cada provincia asume como responsable de los ciclos de educación obligatoria.
La historia vuelve, pero con aire acondicionado
Hay frases que se repiten en la política argentina como los hits del verano. Una de ellas es: “ahora sí, se viene una nueva etapa”. Y ahí es cuando uno se acomoda en la silla, prende el aire —porque siempre hace calor cuando cambian ministros— y piensa: ¿cuántas veces escuchamos esta escena?