El vehículo, un Volkswagen verde oscuro, tenía escritos mensajes en el exterior con pintura blanca llamando a parar la "política de globalización" y exclamando que "son unos malditos asesinos de niños y viejos".

La Policía, que lo redujo rápidamente, investiga si se trató de un atentado contra el Gobierno. "Queremos saber si se estrelló deliberadamente contra la valla", declaró un vocero de la Policía. 

Según las primeras informaciones, el auto se dirigió intencionadamente contra la valla de seguridad de Cancillería, área restringida al tránsito y solo accesible a medios de comunicación y delegaciones oficiales.

No se produjeron daños en el edificio de la Cancillería. El coche en sí tampoco terminó con roturas de consideración. El impacto fue en parte detenido por unos pivotes colocados en prevención de este tipo de ataques contra el edificio que ocupa Angela Merkel desde hace 15 años.

Tras la detención del hombre, de 54 años, el auto fue retirado por los bomberos. Tenía matrícula de la zona de Lippe, en el oeste del país.

La oficina de Merkel está ubicada en el centro de Berlín, al lado de la Embajada de Suiza y frente de las oficinas del parlamento. Por el momento se desconoce el motivo del incidente, que se produjo en el mismo día en que la canciller tiene previsto reunirse con los gobernadores estatales para abordar una posible prórroga de la cuarentena parcial por el coronavirus que está vigente desde el 2 de noviembre.

El distrito donde tiene su sede el Gobierno alemán fue escenario recientemente de protestas contra las restricciones impuestas frente al Covid, en las que han participado radicales de extrema derecha y grupos que se inclinan por teorías de la conspiración.

Los medios alemanes informaron que un vehículo igual fue usado en 2014 en un intento de penetrar el perímetro de la Cancillería para protestar contra el calentamiento climático.

Clarín