Aunque todavía no hay decreto firmado, la designación del economista Luis Pablo Ceriani como nuevo presidente de Aerolíneas Argentinas ya es un hecho. Ayer lo confirmó el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y se estima que en las próximas horas quedará formalizado el nombramiento.

Ceriani tiene como antecedente en el sector haber sido vicepresidente de la aerolínea estatal entre 2013 y 2015 cuando el sillón principal del directorio fue ocupado por Mariano Recalde. Esto lleva inevitablemente a asociar el pensamiento de Ceriani con el de quien entonces fuera su jefe, militante destacado de la agrupación La Cámpora.

Quizás por eso, ayer mismo y sin esperar a conocer sus planes concretos para la compañía, desde la entidad empresaria más poderosa del sector aerocomercial salieron a marcar la cancha y a expresar sus temores.

En declaraciones publicadas por la agencia Télam, el vicepresidente para América Latina de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), Peter Cerda, reclamó al flamante gobierno argentino que “haya igualdad de condiciones para todas las aerolíneas”, y que “no haya proteccionismo por parte del Estado que signifique desigualdades a la hora de competir”.

Y agregó: “En estos últimos años se ha abierto el mercado y sin embargo Aerolíneas Argentinas ha seguido creciendo, y también crecieron LATAM y las low cost, aun con las dificultades experimentadas por algunas compañías, pero eso es también parte de las variables del mercado”.

Peter Cerda se hizo eco de la incertidumbre que existe entre las líneas aéreas que operan en el mercado de cabotaje, según admitieron a Ámbito Financiero en una de ellas. Aerolíneas Argentinas concentra el 62% del total de pasajeros transportados, según los datos de la ANAC actualizados a noviembre pasado.

Muy lejos, con 17% de la torta, se ubica la chilena LATAM. Detrás de ambas viene el pelotón de las low cost: Flybondi aparece en tercer lugar con 9% de cuota. El cuarto lugar es para Norwegian con 6% y el quinto para JetSmart con 5%. El último puesto es para Andes, con el 1% del mercado. Igual, se espera un reacomodamiento de este último grupo a partir de 2020, ya que JetSmart se quedará con el tercer puesto tras haber concretado la compra de la noruega Norwegian, que se fue de la Argentina.

Lo que desvela a la empresas que compiten con Aerolíneas Argentinas (y se tradujo en los reclamos del ejecutivo de IATA) es saber si tras la designación de Ceriani el gobierno de Alberto Fernández volverá a un esquema regulatorio restrictivo del mercado.

La política del macrismo, impulsada por el ministro de Transporte Guillermo Dietrich, consistió en desregular el mercado, alentar el ingreso de nuevos competidores, eliminar la banda tarifaria mínima y recortar los subsidios para Aerolíneas.

Esta política fue cuestionada permanentemente por los gremios aeronáuticos, que ahora celebran la designación de Ceriani. La semana pasada el economista compartió con Ricardo Cirielli (de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico) un acto público. Allí, el sindicalista dio por seguro que la nueva gestión “dejará de privilegiar a las empresas extranjeras, en perjuicio de las nacionales públicas y privadas”.

Además de Aerolíneas, el guiño pareció incluir también a Andes, una línea aérea privada de capitales nacionales que en su mejor momento llegó a tener una flota de 15 aviones y tras la fuerte devaluación de 2018 (y las siguientes) se quedó apenas con cinco, levantó rutas y retrocedió al último puesto en la cuota de mercado.

La asamblea de directores de Aerolíneas sesionó el lunes en Aeroparque y recibió la renuncia de Luis Malvido. Luego pasó a cuarto intermedio hasta que llegue Ceriani para formalizar el relevo.

Devaluación

Lo cierto es que los problemas de las compañías que vuelan cabotaje en Argentina no tienen que ver solamente con lo que ocurra en Aerolíneas. Todas están volando a pérdida como consecuencia del cambio de condiciones macroeconómicas con relación al momento en que se lanzó la llamada Revolución de los Aviones. Esto fue en 2017, cuando el dólar estaba en torno de los $20. Las posteriores megadevaluaciones de 2018 y 2019 generaron una fuerte suba de costos en dólares con ingresos en pesos y tarifas baratas por la feroz competencia low cost.

Fuente: Ámbito.com