Preocupa el incremento del suicidio adolescente en Salta
Según los últimos datos presentados en los Indicadores de Salud Integral en las Adolescencias, la provincia supera la media nacional, siendo Capital, San Antonio de los Cobres y Orán, las localidades más afectadas, y el género femenino donde más casos se registran. Llaman a desarrollar la escucha desprejuiciada como mecanismo preventivo.
Durante el programa El Acople, Ileana Fernández, Supervisora del Programa Adolescente de la Provincia, abordó los datos plasmados en el informe que desarrolló su área respecto al suicidio en la población que abarca entre los 10 y 19 años y analizó la multicausalidad que los provoca, así como la prevención a tener en cuenta.
La información, recopilada a través de una vigilancia epidemiológica iniciada el año pasado, arroja luz sobre diversos trastornos emocionales y del comportamiento que afectan a los jóvenes, según la clasificación del CIE 10 y que en los casos más graves terminan en suicidio.
Según la especialista, el flagelo se explica en diversos problemas emocionales y del comportamiento, vinculados a abusos sexuales, trastornos alimentarios, depresión y ansiedad, entre otros.
A pesar de que el área de trabajo específica no se centra exclusivamente en salud mental, el programa considera fundamental visibilizar las cifras para avanzar en la prevención, tal como se hizo en San Antonio de los Cobres, y Chicoana a través del "Centro de Escucha", que busca crear espacios seguros donde los adolescentes pueden expresar sus preocupaciones y recibir apoyo de sus pares.
“Los adultos tenemos que generarle confianza a los chicos, porque ellos necesitan una escucha desprejuiciada, que tengan la confianza para poder hablar en familia y en la escuela. Los chicos nos están diciendo que nos necesitan, no quieren alejarnos”, añadió Fernández.
La Supervisora resaltó la importancia de hablar de las emociones, “que no son malas”, y la necesidad de que se dicte en la totalidad de las escuelas educación emocional como materia y no simplemente un taller. “No está mal sentirse triste ni enojado, hay situaciones que los pueden frustrar y es importante que las adolescencia puedan tener recursos para ir sobrellevando la situación”, terminó.