Milicias respaldadas por Irán se movilizan en Siria para reforzar el contraataque en Alepo

El presidente Bashar al-Assad denuncia un plan para dividir Medio Oriente tras la ofensiva de los rebeldes en Alepo, que amenaza con abrir un nuevo frente violento.

El Mundo02/12/2024

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Milicias respaldadas por Irán entraron en Siria durante la noche desde Irak y se dirigían al norte del país para reforzar a las fuerzas del ejército sirio que responden al presidente Bashar al-Assad y que combaten contra insurgentes tras un asalto relámpago en la segunda ciudad del país, Alepo, según informaron dos fuentes del ejército sirio.

Decenas de combatientes iraquíes de Hashd al-Shaabi, una coalición de milicias chiitas respaldadas por Irán y aliadas del gobierno de Al-Assad, cruzaron a Siria a través de una ruta militar cerca del cruce de al-Bukamal, indicó a Reuters una fuente de alto rango del ejército sirio.

“Se trata de nuevos refuerzos enviados para ayudar a nuestros camaradas en las líneas del frente en el norte”, afirmó, precisando que las milicias incluían a los grupos iraquíes Kataib Hezbollah y Fatemiyoun, conocidos por su activa participación en conflictos regionales bajo el auspicio de Teherán.

Por su parte, el presidente de Siria, Bashar al-Assad, denunció el lunes un intento de “redibujar” el mapa de Medio Oriente tras la ofensiva relámpago. “La escalada terrorista refleja los objetivos de largo alcance de dividir la región, fragmentar los países y redibujar el mapa conforme a los objetivos de Estados Unidos y Occidente”, afirmó Al-Assad en un comunicado emitido por su oficina.

Insurgentes liderados por el grupo jihadista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), una organización sunnita radical que se opone al gobierno de Al-Assad, lanzaron una ofensiva la semana pasada en dos frentes contra Alepo, la segunda ciudad del país, y se desplazaron hacia zonas rurales alrededor de Idlib y la vecina provincia de Hama.

Este avance, uno de los más significativos de los rebeldes en años, plantea la posibilidad de reabrir un nuevo frente violento en Medio Oriente, en un contexto donde Israel, respaldado por Estados Unidos, lucha contra Hamas en Gaza y Hezbollah en el Líbano, ambos grupos aliados de Irán.

El conflicto también amenaza con involucrar a Rusia y Turquía, actores con intereses estratégicos propios en Siria, en un enfrentamiento directo.

“Apoyo incondicional”

Mientras tanto, Rusia e Irán expresaron el lunes su apoyo “incondicional” al régimen sirio de Al-Assad a través de una llamada telefónica.

“Se expresó el apoyo incondicional a las acciones legales de las autoridades de Siria para restablecer el orden constitucional y la integridad territorial del país”, informó el Kremlin en un comunicado.

Vladimir Putin y Masud Pezeshkian abordaron “la agresión a gran escala de grupos terroristas y formaciones armadas” que interpretaron como un intento de “socavar la soberanía y la estabilidad política, social y económica del Estado sirio”.

También destacaron la importancia de coordinar los esfuerzos diplomáticos en el marco del formato de Astaná con participación de los tres garantes del alto el fuego: Rusia, Irán y Turquía.

Más temprano, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, había dicho que “por supuesto que seguimos apoyando a Bashar al-Assad”, y agregó que Rusia está formulando una posición sobre lo que se necesita para estabilizar la situación.

Refuerzos

Las tropas gubernamentales sirias construyeron una línea defensiva fortificada en el norte de Hama en un intento de frenar el avance insurgente, mientras que los aviones de combate bombardearon intensamente las líneas rebeldes el domingo.

El ejército sirio informó el lunes que sus ataques aéreos, en conjunto con los de Rusia, mataron a 400 insurgentes en las últimas 24 horas. También señalaron que las fuerzas gubernamentales se están movilizando para rodear a los rebeldes en las zonas rurales de Alepo, Hama e Idlib.

Irán, uno de los principales aliados políticos y militares de Al-Assad, ha jugado un papel clave en la guerra civil siria desde que las protestas de 2011 contra el régimen se transformaron en un conflicto armado. Milicias respaldadas por Teherán, ya presentes en Siria, se movilizaron, mientras que nuevas fuerzas cruzaron la frontera para reforzar al ejército sirio. Según un funcionario iraquí que habló bajo condición de anonimato, estos movimientos forman parte de una estrategia conjunta para contener el avance rebelde.

El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, un monitor de guerra de la oposición con sede en Gran Bretaña, informó que aproximadamente 200 milicianos iraquíes en camionetas cruzaron a Siria durante la noche por el estratégico cruce de Bou Kamal. Se espera que estas fuerzas se desplieguen en Alepo para apoyar el contraataque del ejército sirio contra los insurgentes.

El control territorial en Siria

Hasta el inicio de la ofensiva, el régimen sirio controlaba dos terceras partes del país, incluida Damasco, la capital, y la costa mediterránea. Los remanentes de las milicias rebeldes sirias rigen en la provincia septentrional de Idlib, en la que viven más de cuatro millones de personas, y una pequeña franja del sur, colindante con la frontera jordana. Por su parte, los peshmerga o guerrilleros kurdos han creado una entidad autónoma en el nordeste del país, incluida la ciudad de Raqqa, la capital del “califato” del autoproclamado Estado Islámico. Por último, también en el norte del país, Turquía tiene desplegadas tropas en un corredor en la zona fronteriza, que gobierna con la colaboración de varias milicias aliadas.

La ofensiva rebelde ha despertado preocupación entre los países vecinos, temerosos de que el conflicto pueda extenderse más allá de las fronteras sirias. En Irak, el portavoz del Ministerio del Interior, el general de brigada Miqdad Miri, confirmó que las fuerzas de seguridad han incrementado su presencia a lo largo de la extensa frontera con Siria para prevenir posibles desbordes del conflicto.

El desafío a Al-Assad en Siria

Este avance insurgente supone un revés significativo para Al-Assad, especialmente en un momento en que sus principales aliados -Irán, los grupos que respalda y Rusia- enfrentan conflictos simultáneos.

Los ataques aéreos sirios y rusos continuaron intensamente sobre las posiciones rebeldes, especialmente en las provincias de Hama e Idlib. Según la Defensa Civil Siria, al menos 10 civiles murieron en la ciudad y la provincia de Idlib, áreas bajo control de la oposición.

En tanto, los kurdos sirios huían masivamente tras la captura de Tel Rifaat por rebeldes respaldados por Turquía, quienes tomaron la ciudad de autoridades kurdas rivales respaldadas por Estados Unidos.

Las Fuerzas Democráticas Sirias lideradas por los kurdos se retiraron en gran medida y exigieron la apertura de un corredor humanitario que permita la evacuación segura hacia Alepo y, posteriormente, a regiones del noreste controladas por los kurdos.

La Nación

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