En la homilía, Martín aseguró que cuando nos desprendemos de nuestra historia y olvidamos a los antepasados, somos como una hoja de un árbole que se corta y el viento la lleva de un lado para el otro.

“Por eso es importante renovar el pacto cada año y cada día, renovar nuestra fidelidad al Señor”, expresó.

En la sociedad liquida que vivimos, decir “una palara para siempre es signo de solidez”, en un contexto en el que “parece que la palabra no tiene valor”.

Señaló como ejemplo que hay miedo a asumir compromisos permanentes como el matrimonio o vida sacerdotal.

“Me uno con ustedes a este para siempre, seremos siempre tuyos Señor”, manifestó Martín.

“Si permanecemos firmes en el señor y renovamos nuestra fidelidad estamos en condiciones de afrontar con fortaleza y lucidez las dificultades por las que tengamos que pasar”, sostuvo en referencia a la pandemia, falta de trabajo, violencia, pobreza, drogadicción y narcotráfico.