El pasado fin de semana, antes de ser detenido por efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, el ex juez federal José Antonio Solá Torino se habría suicidado en su domicilio. El hombre había sido condenado a seis años de prisión al encontrárselo culpable de cohecho – benefició a un narcotraficante a cambio de dinero – en el 2016.

“Un inicio de semana duro para todos, fue un balde de agua fría la determinación terrible que ha tomado el señor Solá Torino, seguro que se conocerán las razones en poco tiempo. Por mi parte, estoy bastante consternado, es la primera vez que me pasa en 32 años de trabajo”, sostuvo Carlos Amad, fiscal de Transición de la Unidad Fiscal Salta.

Relató que la causa se inició mucho tiempo atrás con una investigación del fiscal Ricardo Toranzos y que, durante la misma, mediante escuchas telefónicas, se probó la hipótesis de que Solá Torino había cobrado dinero para beneficiar a un narcotraficante de apellido Farfán.

“El Tribunal entendió que habíamos probado la hipótesis y lo condenó a 6 años de prisión”, señaló el funcionario judicial. Añadió que los condenados apelaron la sentencia y recién el 14 de junio de 2018 quedó firme la condena; ya en esa oportunidad, indicó, pidió la detención del ex juez.

Este pedido fue denegado porque Solá Torino elevó un recurso de queja a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, instancia desestimada por el máximo tribunal finalmente el pasado 27 de noviembre.

“Yo me entero el viernes al medio día que queda firme la condena e hice un escrito para el Tribunal para que lo detengan, luego libran la orden de detención para la PSA y, por los datos que tengo, me llamó la secretaria diciendo que se habría quitado la vida con un disparo de arma de fuego”, explicó Amad. 

Solá Torino, indicó, estaba en conocimiento de lo decidido por la Corte a nivel nacional porque todas las partes fueron notificadas.

“Él ya sabía que lo iban a detener porque yo ya la había pedido antes. Uno nunca se imagina que puede pasar lo que hizo después”, finalizó Amad.