La fuerte baja del paralelo, la más importante desde principios de agosto tras el acuerdo por la reestructuración de la deuda, se da en medio de escasos negocios ante un contexto de múltiples especulaciones, y con la atención que acapara una próxima licitación de letras y bonos del Tesoro que el Gobierno realizará en 24 horas para absorber liquidez del mercado.

"Desapareció la demanda que pagaba cualquier cosa. La baja es más por falta de compradores que por exceso de oferta", comentó un operador del mercado a Ámbito. Con la merma de este lunes, la brecha contra el dólar oficial mayorista se reducía unos 10 puntos porcentuales hasta el 139%.

Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández volvió a descartar una devaluación brusca del peso. "Devaluar es muy fácil, pero devaluar es una maquina de generar pobreza (...) Queremos una Argentina que crezca, que se desarrolle, que produzca y exporte, así queremos conseguir los dólares", dijo.

El viernes, el billete paralelo había aumentado $5, en una plaza reducida y cauta ante controles como los que se realizaron en las dos jornadas previas, dijeron operadores. Así, el blue acumuló la semana pasada un avance de $17.

A mitad de septiembre, el Banco Central endureció el cepo cambiario y eso desarticuló al mercado con un fuerte salto en la brecha cambiaria, una situación que el Gobierno trató de corregir parcialmente la semana pasada con varias medidas tendientes a flexibilizar la operatoria del contado con liqui.

En el anuncio de las medidas, Guzmán reconoció el "deterioro de las expectativas" en el mercado, en momentos que el país negocia con el FMI un crédito otorgado en 2018 por 44.000 millones de dólares. El organismo internacional apoyó las última decisiones de la administración del presidente Alberto Fernández.

Desde que el Banco Central anunció mayores restricciones para acceder al dólar oficial, el 15 de septiembre pasado, el dólar blue registró un salto de $56 (pasó de $131 a $187).

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