Raúl Reynoso, ex juez Federal, se encuentra detenido en la Cárcel Federal de Güemes hace cuatro años y cuatro meses. El contexto de pandemia, los contagios en el edificio y su condición de salud – es insulinodependiente – lo llevaron a solicitar nuevamente la prisión domiciliaria.

“Después de haber recurrido a todos los procedimientos legales, cuatro años después de estar privado de la libertad, me veo en la obligación de salir en el nombre también de otros detenidos”, sostuvo el ex funcionario judicial.

Describió que hace 75 días se encuentra alojado en una celda del servicio de asistencia médica con el agravante de que, pocos días atrás, una persona alojada también allí dio positivo por covid-19.

Explicó que denunció al fiscal Carlos Amad por lo que entiende es “maltrato judicial”; de esta forma, lo acuso de haber “inventado” argumentos para que la prisión domiciliaria finalmente no se le otorgara. En primer lugar, describió Reynoso, el funcionario judicial, “apartándose de la realidad”, sostuvo que la provincia no había sido afectada tan gravemente por la pandemia y, por otro lado, que existía la posibilidad de fuga.

Destacó Reynoso que ya estuvo detenido en su domicilio, sin monitoreo – porque no había elementos tecnológicos para la tarea - ni personal de custodia; “es decir, si quería fugarme lo hubiese hecho en ese momento”, advirtió.

Así las cosas, el ex Juez Federal describió que en el complejo carcelario de Güemes se aisló un pabellón completo por casos de covid-19. No obstante, él se encuentra en un sector donde los detenidos comparten elementos de testeo médico y, al ser escaso el personal de atención, los mismos enfermeros atienden a todos sin importar sus condiciones clínicas particulares.

“Estoy en un sector donde vienen todos los casos sospechosos”, aseguró y completó: “Puse en conocimiento del Tribunal 1 que yo no voy a recibir atención del personal de enfermería por temor a contagiarme, repito, son los mismos enfermeros los que nos atienden a todos en este sector y se comparten los elementos”.

Para finalizar, el ex funcionario judicial advirtió que la Ley argentina lo ampara en su accionar y se mostró expectante por la respuesta de la Justicia.

“Ni siquiera estoy pidiendo libertad, pido prisión domiciliaria. El Código nuevo dice que el último recurso es privar de la libertad a una persona, se lo toma mientras pueda entorpecer la investigación, algo que no puedo hacer porque los dos juicios en mi contra tienen ya todas las pruebas incorporadas”, cerró.