Habrá quienes la recordarán como una periodista ocupada en temas de trascendencia social pero no serán pocos los que sientan la ausencia de su trabajo militante en el Partido Justicialista.

Su perfil se comenzó a construir en el Mayo Francés, ese movimiento libertario que en 1968 abrió muchas puertas a los jóvenes y especialmente a las mujeres confinadas en sus casas, más allá de sus talentos personales. La doctrina peronista y la acción desplegada por Eva Duarte fueron inspiradoras a la hora de meterse de lleno en la acción política. La década del 70 la encontró exiliada, tomando necesaria distancia de la dictadura militar. El retorno de la democracia encontró a una mujer formada para participar desde el Justicialismo. Ocupó espacios en la conducción partidaria; fue congresal y ocupó una secretaría en la Comisión de Acción Política entre sus últimas funciones.

En el periodismo condujo durante varias décadas Las Brujas por radio y televisión. Y en ese campo desarrolló fuertes relaciones allanando el acceso a la información partidaria, especialmente en las campañas electorales. Y generó lazos de amistad con periodistas que la van a recordar con afecto y respeto.