Cuatro siglos de fe: la Virgen del Valle vuelve a convocar a los salteños

En una jornada cargada de devoción, Hugo Aguirre García, miembro de la Hermandad de la Virgen del Valle y Santa Rita, dialogó con Aries desde la parroquia León XIII, epicentro de las celebraciones por el Día de la Inmaculada Concepción de María. La fecha reúne a fieles de toda la provincia, quienes se acercan a participar de la novena, las misas y la tradicional procesión.

Aguirre destacó la importancia espiritual de esta festividad para los salteños:

“La Virgen es nuestra mamá, nuestra protectora. Es quien nos ayuda a dirigirnos a Jesús”. Recordó que la Inmaculada Concepción fue instituida como dogma en el siglo XIX y que la advocación de la Virgen del Valle —una de las más antiguas del país, encontrada en 1620— mantiene desde hace más de 400 años una fuerte presencia en el norte argentino.

El referente de la Hermandad explicó que la celebración es considerada la fiesta patronal de la parroquia, consagrada a la Virgen del Valle. Subrayó que, pese a las lluvias de la madrugada, “el día acompañó” y permitió recibir desde temprano a cientos de fieles.

Una de las particularidades de la festividad es que muchas familias llevan su propia imagen de la Virgen al templo. Aguirre explicó que esto se debe a que “cada uno tiene en su casa una imagen que acompaña todo el año”. Durante la novena, numerosas personas dejan sus imágenes en la parroquia para que “acompañen” cada ceremonia, y luego las retiran tras la fiesta.

El cronograma religioso

Aguirre detalló que el templo abrió sus puertas a las 6 de la mañana, con misas a las 6:30, 8:00, 9:30 y 11:00. Tras cada una, se ofreció a los asistentes mate cocido, tortillas y bollitos caseros, gesto tradicional que busca fomentar la comunidad y la convivencia en el amplio atrio y parque de la parroquia.

La procesión se llevará a cabo a las 17, con la participación prevista del arzobispo y una gran cantidad de misachicos provenientes de distintos barrios y localidades. Finalizada la marcha, se celebrará una misa en el parque, y la imagen regresará al templo hasta la ceremonia de las 20.

Una vez concluida la misa final, se realizará otro gesto simbólico: la entrega de rosas y claveles que formaron parte de la corona de la Virgen, bendecidos durante la procesión.

Expectativas y tradición viva

Aguirre señaló que cada año crece la cantidad de fieles que participan, especialmente cuando el clima acompaña. “La Virgen se nos manifiesta en todo momento”, dijo, resaltando que la devoción forma parte de la identidad cultural y religiosa del norte argentino.

Finalmente, recordó que la organización de la fiesta no recae solo en la Hermandad, sino en numerosos grupos parroquiales: liturgia, ministros, movimiento familiar cristiano y voluntarios. “Todos colaboran para que la gente se sienta cómoda y viva una verdadera fiesta de fe”, concluyó.