El aparato se elevó, impulsado por tres motores, Llegó a alcanzar una altitud de 10 kilómetros, giró para volar en posición horizontal. Segundos después, comenzó su descenso en forma vertical y logró posarse en el lugar indicado sin problemas visibles.

El plan se cumplió tal como estaba previsto. La clave estaba en el aterrizaje, algo que había terminado mal en las dos primeros intentos. Esta vez, la nave se posó en la plataforma en lo que los técnicos llaman “magnífico aterrizaje”. A diferencia de los dos vuelos de prueba anteriores, el cohete con forma de bala permaneció intacto al llegar a tierra, lo que llevó al comentarista de SpaceX John Insprucker a declarar: “Como reza el dicho, la tercera es la vencida”.

El detalle es que la transmisión en vivo que generaba Space X finaliza con el aterrizaje y se corta. Minutos después, la explosión sólo fue registrada por usuarios de redes y seguidores atentos al minuto a minuto de esta prueba espacial.

Fue entonces que la nave explotó y fue arrojada hacia arriba, antes de caer bruscamente al suelo envuelta en llamas. SpaceX no comentó de inmediato sobre qué salió mal. Sin embargo, en la base de la nave se veían llamas que fueron extinguidas por los equipos remotos en el lugar. Pocos minutos después, el aparato explotó y volvió a elevarse unos metros. Cayó envuelto en llamas y se desintegró.

Los técnicos y especialistas espaciales en la base de Boca Chica, en Texas, quedaron shockeados por lo que en un primer momento habían calificado como positivo. Hasta el momento no hay datos técnicos o explicaciones de lo que pudo haber generado este final .

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