“Esta decisión que tomamos sé que políticamente no es simpática”, aseguró Manuel Saravia, intendente de San Lorenzo, y explicó que la decisión se basó en lo conversado con los jefes policiales de las dependencias de la zona.

Muchas de las tareas de la fuerza, continuó, se veían obstruidas al llegar cuantiosas denuncias sobre la realización de fiestas particulares o reuniones en algunas esquinas donde el factor común era el consumo de alcohol.

La prohibición llegó como colaboración a las tareas policiales y tiene vigencia hasta el día de la fecha, 31 de marzo. Sin embargo, advirtió el jefe comunal que evaluarán prorrogarla, dejarla sin efecto y suavizarla, de acuerdo a los resultados obtenidos con la misma.

“Sabíamos que iba a genera enojo pero es una medida que adoptamos para cuidar a nuestra comunidad”, aseguró Saravia.

Asimismo, precisó que la policía no alcanza para realizar los controles de rigor; de hecho, señaló solo cuatro efectivos fueron asignados al cumplimiento del aislamiento social en la zona de la villa de San Lorenzo.

“Vamos a evaluar si tuvo eficacia o no y, a partir de ahí, se va a tomar la determinación si continua o no, o si la suavizamos. Vivimos una situación muy grave, desgraciadamente salís a la calle y hay gente que circula como si nada”, indicó para finalizar.