En “En El Acople”, el director del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCi), Federico Maigua, analizó la situación económica actual y señaló que los en los barrios periféricos de la ciudad los incrementos en los precios han sido notorios.

Más allá de esto, indicó que la parálisis del aparato productivo durante la pandemia fue de entre el 70 u 80%, lo cual hizo estragos en la economía en general.

“Recordemos que veníamos de una situación complicada de cuatro años de ajuste donde no hubo inversión, veníamos ya con pobreza elevada”, advirtió el especialista. Así – continuó – a pesar de las medidas que tomó el actual Ejecutivo nacional, la pandemia paralizó absolutamente todo, lo que redundó en pérdidas de fuentes laborales y la imposibilidad de trabajar para los sectores informales.

En este contexto, indicó Maigua, proliferaron los merenderos y las ollas populares.

“De hecho, hay sectores de clase media que concurren a estos espacios y nunca se hubiesen imaginado esta situación”, apuntó  y describió que, antes de la pandemia, Libres del Sur entregaba 3.200 raciones de comida semanalmente; ya en octubre pasado esas raciones llegaron a ser 20.000.

La caída económica, precisó el especialista, ronda el 10% y este año se espera un rebote. No obstante, se registra un 47% de incremento en el precio de los alimentos, mientras que el Índice de Precios al Consumidor aumentó un 36%.

“Esta diferencia se debe meramente a la especulación”, sentenció el especialista.