“Toda política sanitaria de los gobiernos locales en esta emergencia por el Covid - 19 tiene que incluir a los pueblos originarios y no marginarlos. No se puede desmantelar la asistencia que reciben, deben explicarles a las comunidades, mantener un buen diálogo y ofrecerles un lugar igual” sostuvo la titular del INADI Victoria Donda.

La comunidad Wichí ha sido noticia reiteradamente por la muerte de numerosos niños y niñas a causa de la desnutrición. Desde enero a la fecha fallecieron al menos trece niños/as  pertenecientes a la etnia y un número mayor permanecían internados hasta ayer cuando se hizo la denuncia.

El edificio desalojado fue construido con Fondos de la Reparación Histórica en el 2015 y el lugar había logrado que los miembros de la comunidad se acercaran a la institución, algo que no es habitual por la discriminación,  y el destrato que suelen recibir.

La virtual llegada de la pandemia del coronavirus a la provincia puso en evidencia las falencias del sistema de salud provincial pero esas falencias no la pueden terminar pagando las comunidades originarias, comunidades que viven en una emergencia sanitaria de vida o muerte, con una problemática nutricional preocupante.

“El aislamiento social obligatorio y la situación de emergencia sanitaria vinculada al Covid - 19 no puede bajo ningún punto desatender la problemática de desnutrición e histórica vulneración de derechos y acceso a la salud de los pueblos originarios. Estamos transitando un momento en donde hay poblaciones que se encuentran con mayor vulnerabilida   y es allí donde el Estado debe poner aún más atención y cuidado" explicó Gustavo Farquharson, delegado en Salta del INADI.

Las distintas medidas sanitarias del gobierno en esta emergencia tienen que incluir a los pueblos originarios, que en la ciudad de Tartagal representan el 30 por ciento de la población.

Desde el INADI manifestaron su preocupación por la atención médica que reciben los niños y niñas de pueblos originarios en situación de riesgo nutricional.