Dos yaguaretés tuvieron sus primeros acercamientos en el Parque Nacional El Impenetrable

El único macho que, por ahora, vive en el parque se encontró con una de las hembras que llegó desde Iberá, donde vive en libertad. Fue trasladada para compartir un celo con el único individuo que es monitoreado en Chaco. La esperanza es que de ellos nazcan nuevas crías y con ellas, otro paso en la recuperación de la especie

Provincias 06/06/2022

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Los yaguareté Mbareté (hembra) y Qaramta (macho) tuvieron sus primeros acercamientos en el Parque Nacional El Impenetrable. El objetivo de juntarlos es intentar que la hembra comparta un celo con él y que ella quede embarazada, para luego, cuando tengan edad de alimentarse solos, liberar a los cachorros a la vida silvestre.

“Si logran el apareamiento, la hembra y sus cachorros regresarán al Iberá”, explicaron desde la Fundación Rewilding Argentina, responsable del proyecto que busca salvar a la especie. Además, explicaron: “De esta forma, se lograría que el único yaguareté del Chaco argentino que está siendo monitoreado, continúe dejando descendencia y que también aumente la variabilidad genética del grupo fundador de yaguaretés en el proyecto de reintroducción en el Iberá”.

A principios de abril, Mbareté llegó a El Impenetrable desde el Iberá, Corrientes, donde habitaba en grandes corrales porque, hasta el momento, no pudo tener una vida en libertad. Para quienes llevan adelante la que ya consideran una misión, su llegada a esta zona significa “una gran oportunidad para el retorno de una especie que aún se encuentra en condiciones críticas en Argentina”.

Hasta el momento, en Corrientes, la población reintroducida es ocho yaguaretés y en todo El Impenetrable (Chaco, Formosa, Santiago del Estero y Salta) se estima que es solo de 15 a 20 ejemplares. Qaramta es el único macho confirmado en la región chaqueña.

El proyecto

La Fundación Rewilding Argentina trabaja hace 12 años en la zona y en 2017 inició sus trabajos en el interior del Parque Nacional El Impenetrable donde, entonces, comenzaron con la estación de campo. A fines de 2019, cuando aparecen por primera vez las huella de Qaramta, se inició el proyecto para salvar a la especie que, actualmente, tiene dos polos.

Uno es la reintroducción en los Esteros del Iberá, donde ya fueron liberadas tres hembras y un macho; dos de ellas con cachorros de cuatro meses. “Se están comportando espectacular”, asegura Gerardo Cerón, biólogo y coordinador de Conservación del proyecto en El Impenetrable.

Por otro lado, en El Impenetrable hay un proyecto de “suplementación”, explica. “Se llama así porque encontramos un ejemplar libre, y eso significó que la especie no estaba completamente extinta; entonces hay que suplementar a la población a partir de este individuo, Qarantá, un macho silvestre (no se sabe de dónde es originario). Se estima que él es uno de los últimos ejemplares que quedan. Luego de haber introducido una hembra en cautiverio, pudimos capturarlo y ponerle un collar satelital, así se inició el proyecto de suplementación para el que se hizo un recinto de 1.5 hectárea y se trajo a Tania, una hembra, y se los cruzó. Tuvieron a dos cachorros que están creciendo muy saludables, y alejados de las personas”.

Esos cachorros fueron alimentados por presas naturales, para que junto a su madre se entrenen en la cacería como si vivieran de manera silvestre. “Ahora cazan por sus propios medios y los separamos de la madre. Nos resta esperar a que tengan unos 3 años, ponerles el collar y dejarlos libre pero monitoreados, y que sigan con sus vidas de manera normal”.

Tanto los proyectos del Iberá como el de El Impenetrable -que se realizan como uno grande- incluyen el traslado de los felinos de uno a otro “para aumentar la diversidad genética de los núcleos fundadores”. “Es el que está en marcha y que se hará en El Impenetrable, para el que viene la hembra Mbareté, hija de Tania, y otro yaguareté que llegó de Paraguay. Esta hembra junto con su hermana ha crecido alejada de las personas y son silvestres”.

Continuando con el proyecto, “la Fundación realizó otro corral de 1.5 hectáreas para recibir a Mbareté, que necesita un gran espacio para no sentirse encerrada. Ya tuvo su primer celo allí y vimos que se llevó muy bien con Qaramta, tuvieron encuentros tranquilos cada uno en su corral, pero se frotaron las cabezas a través de las mallas del recinto. Por eso, en el próximo celo vamos a juntarlos”, detalla Cerón.

“La idea -sigue- es que luego de estas juntas quede preñada y cuando los cachorros tengan un mes de edad, serán trasladados a Iberá, donde se esperará que tengan 4 meses para luego liberarlos y, de esa manera, aumentar la diversidad genética en el núcleo fundador”.

En tanto, el proyecto de El Impenetrable llega una nueva etapa en la que “se puede usar ese recinto para cruzarlo con otras hembras. Se abre así un abanico de posibilidades que apuntan a maximizar la diversidad genética porque eso hará una población fundadora más saludable”.

En el futuro, anticipa, se harán nuevos recintos. “La idea es liberar progresivamente a los cachorros y, a futuro, traeremos animales silvestres de Paraguay, Brasil o Bolivia para liberarlos y lograr que se abra un núcleo fundador y para recuperar al predador tope en El Impenetrable chaqueño. Esta es una especie clave en el ecosistema ya que por su accionar regula las poblaciones de las presas y el comportamiento de ellas, por lo que genera una variación en la forma en la que se estructura el ecosistema, que hace que este sea saludable”.

La primeras interacciones entre Qaramta y Mbareté brindan mucha esperanza acerca de que la junta es posible, por lo que el próximo paso será intentar que Qaramta ingrese al corral de Mbareté durante uno de sus celos.

Mbareté y su hermana Arami son las primeras yaguaretés nacidas en el Iberá luego de, al menos, 70 años. El 6 de junio de 2018, Tania, su madre, dio a luz a las cachorras en el Centro de Reintroducción de la especie, un proyecto de Conservation Land Trust (CLT), Parques Nacionales y el Gobierno de Corrientes, en la isla San Alonso. Ambas, representan “un símbolo de la recuperación de los ecosistemas degradados”, aseguran desde la Fundación Rewilding Argentina.

Los nombres fueron elegidos y votados por los niños y niñas de la región. Votaron en las escuelas y llamando a programas de radio. Toda la provincia participó de alguna manera: hubo banderas, canciones, poemas en honor a las recién nacidas.

Qaramta, en lengua qom, significa “el que no puede ser destruido”. Cuando apareció, se estima que tenía cinco años de edad y 110 kilos de peso. “Se desplaza mucho más que un yaguareté salvaje común, probablemente en búsqueda de una hembra con la que poder estar”, contaron entonces desde la fundación.

Su huella, apareció en septiembre de 2019 y la rápida acción de un grupo de organizaciones permitió poner cámaras trampa, filmarlo y tener imágenes de él que representa al primer yaguareté que en pisar en años en la costa del Bermejo. “Otra rápida reacción fue construir un corral en el corazón del parque y, de esa manera, salvarlo de que por algún motivo lo cazaran o mataran. Gracias a la colocación del collar satelital, conocemos su posición exacta varias veces al día”, dicen con satisfacción desde Rewilding Argentina.

Infobae

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