Argentina avanza en la instalación de una estación terrena en la Antártida

La futura estación, a construir en la base Belgrano II, permitirá duplicar la capacidad de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales para operar los satélites argentinos de observación de la tierra y acceder a los datos que estos producen.

Argentina 03/12/2021

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Dos antenas parabólicas de seis metros de diámetro serán montadas sobre estructuras metálicas de dos metros de altura en la base antártica Belgrano II, la más austral de los emplazamientos argentinos en el continente, desde donde duplicarán la capacidad de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) para operar los satélites argentinos de observación de la tierra y acceder a los datos que estos producen.

La futura estación terrena de Belgrano II será una de las instalaciones Seguimiento, Telemetría y Telecomandos (TT&C, por su sigla en inglés) y de descarga de datos de ciencia de misiones satelitales más cercanas a los polos terrestres, lo que además de multiplicar la capacidad de acceso a los satélites argentinos también creará nuevas oportunidades de cooperación con otras agencias espaciales.

La Base Belgrano II está ubicada el Nunatak Bertrab, en bahía de Vahsel sobre la costa Confín en la Tierra de Cotas a unos 1.300 kilómetros del Polo Sur y a cerca de 5.000 de la Ciudad de Buenos Aires.

La región se caracteriza por tener cuatro meses de noche polar y cuatro meses de día, en la que las temperaturas pueden alcanzar decenas de grados bajo cero con vientos de hasta 200 kilómetros por hora.

Con apenas una ventana meteorológica de algunas semanas durante el verano, la Conae deberá coordinar con el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) del ministerio de Defensa y con la Secretaría de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur (Semas) las operaciones logísticas para completar el emplazamiento de ambas antenas en las campañas antárticas del verano 2023 y el verano 2024.

Gustavo Rébola, Jefe de Unidad de Estaciones Terrenas de la Conae, afirmó en diálogo con Télam que "cuanto más cerca del Polo Sur ubiquemos las antenas, más veces podemos observar por día a nuestros satélites. Por ejemplo, los Saocom 1A y 1B dan unas 15 vueltas al planeta por día, de las cuales desde la Estación Terrena de Córdoba los podemos ver 4 veces, en Tierra del Fuego, en cambio, los podemos ver siete veces y, en Belgrano II, los veríamos las 15 veces".

"En cada vuelta que da un satélite en órbita polar como los Saocom tenemos 12 minutos de contacto con el satélite que son los que tenemos que aprovechar para enviarle instrucciones y descargar los datos que producen sus instrumentos, mientras más veces lo vemos por día más oportunidades tenemos de controlarlo y de obtener los datos que produce", señaló.

Rébola sostuvo que "las antenas que se van a llevar a Belgrano II tienen la misma tecnología para transmitir en banda S y en banda X que las antenas de las estaciones terrenas de Córdoba y Tierra del Fuego, pero en este caso ante la particularidad del ambiente en el que deberán ser instaladas el diseño de su ingeniería fue adaptado a las posibilidades logísticas y operativas disponibles".

Explicó que "el rompehielos Almirante Irízar no puede llegar directamente hasta Belgrano II por las condiciones del mar congelado, por lo que hubo que pensar en antenas que puedan transportarse en módulos de no más de 2 toneladas de peso que deberán ser trasladados en helicópteros desde el buque hasta la base y que van a estar montados sobre patines y ruedas para que puedan moverlos en tierra".

En ese sentido, añadió que "tampoco se pueden llevar allí las grandes grúas que usaríamos en Córdoba o Tierra del Fuego para montar una antena de 6 metros de alto, así que todo debió ser concebido para que pueda ser montado por un equipo de pocas personas por sus propios medios".

"Además, estamos comenzando la licitación para la construcción de las bases metálicas de 2 metros de altura sobre las que se instalarán las antenas, que además deberán incluir un rampa que facilite el ascenso de los componentes de la misma y que también deberán poder ser trasladadas en componentes de no más de 2 toneladas de peso", detalló.

El funcionario indicó que "a pesar del clima hostil que reina en Belgrano II, especialmente en invierno, ambas antenas van a estar protegidas por los mismos radomos que se utilizan para proteger a las de de la estación de Tierra del Fuego".

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