Los argentinos “están desesperados por los dólares”, según la agencia Bloomberg

Los inversores ven como algo inevitable que el Gobierno se vea obligado a acelerar la devaluación después de las elecciones parlamentarias del próximo 14 de noviembre

Economía 22/10/2021

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Los inversionistas argentinos se están volviendo cada vez más pesimistas sobre el peso, apostando a que es inevitable que el gobierno se vea obligado a acelerar la devaluación después de las elecciones de noviembre. La creciente demanda de divisas hizo que el dólar ahora cueste 196 pesos en el mercado paralelo, utilizado para eludir los controles cambiarios, casi el doble de la cotización oficial. Es la brecha más grande en 12 meses.

Otros indicadores del mercado también reflejan la desesperación que sienten los argentinos por salir de sus ahorros de pesos. Los fondos de inversión en dólares registrados en octubre ya son más altos que en cualquier mes del año pasado. Los contratos de futuros muestran a los operadores apostando a un tipo de cambio de $152,50 por dólar en septiembre de 2022, un 35% más débil que el actual.

“Hay un creciente consenso de que esto no es sostenible”, dijo Alejandro Cuadrado, jefe de estrategia cambiaria para América Latina del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria en Nueva York. “Hay indicios de una fuerte tensión cambiaria en los mercados y, normalmente, cuando se alcanza este tipo de spreads, el gobierno tiene que hacer algo”, agregó.

El dilema del presidente Alberto Fernández se reduce al hecho de que su gobierno ha insistido en una lenta depreciación del tipo de cambio oficial, manteniendo la moneda sobrevaluada en un intento de frenar una inflación superior al 50% anual. Una devaluación rápida ayudaría a aliviar las tensiones con los exportadores y atraer la inversión extranjera, pero podría agregar presión a la inflación y, casi con certeza, sería políticamente costoso para la coalición gobernante, antes de las elecciones legislativas del próximo mes.

Que los inversores argentinos se protejan contra la perspectiva de un salto cambiario no es nada nuevo, por supuesto. Los mercados paralelos para la compra de divisas existen debido a los límites a la compra de dólares al tipo de cambio oficial, lo que en sí mismo es una señal de que el gobierno sabe que la moneda está sobrevaluada. Las cotizaciones en el mercado paralelo también experimentaron picos entre 2011 y 2015, cuando la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner utilizó estrictos controles cambiarios y políticas populistas para administrar la economía.

Esta vez, la política está jugando un papel enorme en el pesimismo. Algunos inversionistas creen que el gobierno de Alberto Fernández ha mantenido el peso artificialmente fuerte para que la economía parezca mejor de lo que está antes de las elecciones, en las que se pondrán en juego 151 bancas de legisladores nacionales. El gobierno aceptará la realidad de la situación después de la elección y acelerará las caídas diarias del peso o hará una devaluación única para acercar la cotización hacia donde debería estar, según Cuadrado, de BBVA.

Eso promete ser doloroso para los argentinos que tienen la mayor parte de sus ahorros en pesos en una economía que ya está en mal estado. El PBI se redujo un 10% el año pasado durante la pandemia y la pobreza subió al 40,6% en el primer semestre de este año. Mientras tanto, los funcionarios buscan renegociar las deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a la vez que se enfrentan a lo que Cuadrado define como “un montón de reservas líquidas casi agotadas”.

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