Nosotros, vos y yo, seremos gobierno

Desterraremos la arbitrariedad y el acomodo. Concursos públicos abiertos para ingresar a los tres poderes del estado y a los autárquicos.

Nuestro gobierno será abierto, participativo, utilizando como herramientas el referéndum para las grandes decisiones, el referéndum para convocar a reformar la Constitución, las Audiencias Públicas y la Iniciativa legislativa, incluyendo la revocatoria de mandatos. El Consejo Económico y Social tendrá absoluta independencia, elegirá sus propias autoridades, ejecutará su propio presupuesto y estudiará los temas que la comunidad necesita y no solo los que le envíe el gobernador. Te extrañamos Lucas Dapena.

Respetaremos férreamente la Constitución Nacional, la Provincial y los tratados internacionales. Salta será un Estado de Derecho.

Discutiremos si en Salta se necesitan dos Cámaras, el Senado y Diputados, o si es suficiente una.

Modificaremos, si es necesaria la Constitución y la ley electoral, para que la mujer tenga igualdad con el hombre en lo político. No podemos soportar la vergüenza de tener un Senado con veintidós hombres y una sola mujer. Modificaremos el sistema electoral amañado que permite que las minorías obtengan la mayoría parlamentaria y la constituyente.

Daremos lugar a las minorías políticas y haremos valer el principio que,  si las personas somos iguales, nuestro voto debe ser igual. Romperemos con la tiranía de las minorías -en Salta. El 7% de la población tiene doce senadores y el 93% restante solo once-. Y no permitiremos la tiranía de la mayoría, pues tendrán voz y voto lo pequeños departamentos.

Instalaremos nuevamente el Tribunal de Cuentas, que controlaba los actos administrativos desde su inicio, durante la ejecución y vigilaba el cumplimiento de todas las obligaciones de las empresas contratantes. Este refugio de políticos amigos que es la Auditoría, interviene cuando el daño ya está hecho. En nuestro Tribunal de Cuentas se ingresará por concurso en todos los niveles.

La educación de primera categoría, hasta el último rincón de Salta, será nuestro objetivo principal. Los maestros deben llegar capacitados y seguir capacitándose. Deben tener el derecho de organizarse, de expresarse y de participar en la conducción del sistema educativo, por lo que volveremos a instalar el Consejo General de Educación. Buscaremos similar organización para el secundario y terciario. Debemos economizar en todos los poderes para pagarles mejor a nuestros educadores y de ese modo lograr que sean los más idóneos y éticos los que eduquen a nuestros hijos. 

Lograremos conectividad para todos, pues es un derecho humano, y a través de las redes podrán comunicarse todos los salteños, vender y comprar, intercambiar información, trabajar, tomar decisiones conjuntas, estudiar y mantenerse actualizado sobre lo que ocurre en Salta, en Argentina y en el resto del Mundo, para controlar a nuestros gobiernos, pues los que no miran mucho más allá de los cerros, son gobiernos comarcanos.

Seremos transparentes, cristalinos. Todas nuestras decisiones serán comunicadas a la comunidad que tendrá derecho a estar informada de las inversiones y del gasto público totalmente. Incluyendo las remuneraciones de todos los funcionarios, y los de la Corte de Justicia. Una sociedad informada y con herramientas de participación, puede ser el más efectivo control de nuestra dirigencia. Las reformas estructurales serán consultadas previamente con la comunidad. Nuestro gobierno será el mandatario, el que cumple órdenes y sirve a la comunidad y la sociedad será nuestro mandante.

Todos los funcionarios deberán declarar su patrimonio al asumir el cargo. Y deberán comunicar cualquier modificación, en un organismo totalmente independiente que vigilará esos incrementos para impedir la corrupción. Ese organismo con autonomía funcional, presupuestaria y administrativa, será el Tribunal de Cuentas.

Volveremos al añejo sistema constitucional de Salta, que comienza en 1821, de un mandato para el gobernador y uno de espera para una nueva postulación. Aplicaremos este sistema con los intendentes. De ese modo se evitó el caudillismo y se favoreció la alternancia en el poder y la formación de equipos que se preparaban para ser gobierno. La reelección  inmediata transforma a los estadistas en busca votos.

Prohibiremos que los parientes políticos y de sangre, en un grado a determinarse, puedan suceder al gobernador, al vice y a los intendentes.

Loa partidos políticos no están cumpliendo cabalmente el rol que les asigna las Constituciones Nacional y Provincial. Solo son la llave para propiciar candidaturas. Promoveremos un fuerte debate para encontrar solución a la capacitación de nuestra dirigencia política y el modo de elegir a nuestros representantes.

El agua, que ahora cotiza en bolsa, no puede quedar en manos de los particulares. Recrearemos un ente similar a la Administración General de Aguas que cuidaba la calidad de nuestros ríos y la correcta distribución del agua entre los usuarios. Supervisaremos el sistema actual y si es eficiente y justo se mantendrá, con la supervisión estatal,

Los que escuchan y los que leen pueden decir válidamente que no tengo los pies sobre la tierra, que soy un soñador, un formador de utopías. Y es verdad. Pero una Argentina y una Salta más justa es posible. La utopía descripta puede alcanzarse. Pero para ello cada ciudadano debe transformarse de un simple elector cada dos años a protagonista. Y para ser protagonista debe comenzar a preocuparse de los problemas de su vecindad. De la escuela, la salita, el funcionamiento de los servicios a cargo del Estado y de los particulares, la seguridad y el funcionamiento de los organismos encargados de hacerla efectiva. Siendo protagonista en su vecindad comenzará sin darse cuenta a ser protagonista de los problemas de toda la ciudad, pensando siempre en el nosotros. Y luego, del mismo modo será protagonista de toda la provincia y de la nación. Y comenzará mirar el mundo y a comparar lo que lograron otros con lo que logramos nosotros, y así comprenderá que el secreto del éxito es la educación con ética. Dura más lo que se construye desde abajo.

Un protagonista comenzará a resolver con su propio cerebro, sin la contaminación mediática que favorece o perjudica al gobierno, sin la influencia de los propietarios de las grandes redes. Cuando comience a pensar por sí mismo, cuando ese pensamiento sea compartido por otros, vos y los otros, nosotros, seremos mas libres y útiles para nuestra comunidad.

Un ciudadano plantado en el mundo solo puede ser gobernado por ciudadanos iguales. Los hombres son buenos, pero vigilados son mejores.

Nos espera un largo camino. Pero debemos dar el primer paso. El consejo de Francisco debe seguirse: La política es servicio, los cristianos deben servir, los cristianos deben participar en política. No solo los cristianos, todos, debemos aprender a servir a través de la política

Unidos y Organizados, una Argentina y una Salta más justa, es posible.