La legalización del aborto suma votos en el Senado, pese a que Cristina se mantiene inactiva

A pedido de sus hijas, al menos un senador de la oposición cambiará su voto apoyará la legalización del aborto, mientras que dos de los tres senadores que se muestran indecisos están dispuestos a apoyar el proyecto en general y mostrar sus disidencias en algunos artículos

Argentina 23/11/2020

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Los planetas empiezan alinearse en el Senado y todo indica que la interrupción voluntaria del embarazo será ley sin importar si Cristina Kirchner juega de manera activa en la búsqueda de los votos para que el proyecto del Poder Ejecutivo sea sancionado en la misma cámara en la que fracasó hace dos años atrás.

Al menos un senador de la oposición cambiará su voto de rechazo y ahora apoyará la ley. Lo hará a pedido de sus hijas, que ya hace dos años habían jugado fuerte hasta último momento, enviando mensajes al celular de su padre cuando se encontraba en pleno recinto, para que apoyara el aborto. En aquella oportunidad, el posicionamiento político provincial fue más fuerte que la sangre.
 
A este giro de 180 grados se suma el hecho de que al menos dos de los tres senadores que en todos los conteos figuran como indecisos ya tienen decidido votar a favor en general y guardarse sus prevenciones a algunos artículos para la votación en particular.

Con estos cambios, el resultado de la votación seguiría siendo cerrado, pero ahora en apoyo de la legalización del aborto por 36 votos a favor, 35 en contra y un indeciso.

Pero la ventaja podría ampliarse si el proyecto llega al recinto del Senado en diciembre, algo que parece poco probable teniendo en cuenta la fecha en que el Gobierno envió el proyecto al Congreso y que primero debe discutirlo la Cámara de Diputados.

Esto es así porque hasta el 31 de diciembre el peronista tucumano José Alperovich, que votó en contra del aborto, se encuentra de licencia obligada por las acusaciones de violación de parte de una sobrina que pesan en su contra.

El exgobernador, cuyo mandato vence el año próximo, jugó a las escondidas en 2018 hasta último momento. De hecho, llenó de ilusión al sector verde cuando su mujer, la exsenadora Beatriz Rojkés, publicó un tuit en el que declaraba que el debate "no era aborto sí o aborto no. Es legal o clandestino", junto al hashtag #Quesealey y una foto de un pañuelo verde en primer plano y el edificio del Congreso de fondo. 

Al final, el tucumano anunció su voto en contra el mismo día de la sesión, cuando en la vereda de Hipólito Yrigoyen, donde está la entrada de senadores al Palacio Legislativo, fue abordado por la prensa.

El rechazo de Alperovich fue el golpe de gracia a un proyecto que ya venía malherido desde el momento en que las activistas de la campaña por el aborto legal se habían negado a aceptar la denominada "opción Córdoba", que legalizaba el aborto pero modificaba muchas de las cláusulas más irritantes del texto aprobado por la Cámara baja.

Redactada por los senadores cordobeses Carlos Caserio (PJ) y Ernesto Martínez y Laura Rodríguez Machado, ambos de Cambiemos, la propuesta fue impulsada por el jefe del bloque peronista, Miguel Pichetto. Cuando las representantes de la campaña decidieron flexibilizar su postura, ya era tarde. Así, en la madrugada del 9 de agosto la legalización del aborto fue rechazada en el Senado por 38 votos en contra y solo 31 a favor.

Cuándo se trata
Con un escenario que se inclina a favor de la legalización del aborto, solo quedaría por despejar la oportunidad del tratamiento del proyecto.

La estrategia indica que, en un clima de votos volátiles, si el Poder Ejecutivo quiere la ley deberá acelerar el tratamiento del proyecto y sancionarlo antes de fin de año. En Diputados aseguran que en quince días lo estarían aprobando. Esto dejaría las tres últimas semanas de diciembre disponibles para su debate en el Senado.

Una vez que el proyecto pase a la Cámara alta se verá la voluntad política de Cristina Kirchner de ofrendarle al Gobierno un triunfo legislativo que le permitiría a Alberto Fernández paliar, aunque sea un poco, el primer año económico de su administración. 

Sin embargo, la vicepresidenta tiene su atención puesta en la agenda judicial y busca modificar la ley orgánica del Ministerio Público Fiscal antes de fin de año. El viernes próximo, al filo del cierre de las sesiones ordinarias, el proyecto será aprobado por el Senado.

Pero para que se convierta en ley en Diputados será necesario habilitar su discusión en diciembre. Tal vez si Fernández incluyera la iniciativa en extraordinarias, la vicepresidenta se muestre más dispuesta a habilitar el "fast track" para el aborto en la Cámara alta.

La Nación

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