Treinta años

En la vida de una persona es el inicio de la plenitud, es el último ascenso antes de ingresar a la meseta que preanuncia el camino hacia el ocaso
No es este el caso.

Treinta años son los que hoy celebra Aries, que se presenta como la radio con mejor imagen. Y ello es algo más que un slogan.

Su imagen es la de la seriedad, la del compromiso con la verdad, la del servicio a una comunidad creciente, que es la de sus oyentes.

Sus raíces son democráticas. Esta emisora de frecuencia modulada nunca sirvió a ningún proyecto totalitario.

La información que transmite se apega a la precisión, al respeto a la institucionalidad y al nombre y honor de las personas. Sus análisis tienen a la búsqueda de la verdad como su fin y sus opiniones están cargadas de honestidad intelectual.

Aries no fue ni es un proyecto personal. Ha sido concebida como una empresa común de salteños de buena voluntad: de aquel que arriesgó su capital, de muchos otros que pusieron su trabajo y de decenas de miles que cada día la renuevan su confianza.

Es un proyecto colectivo que al cabo de tres décadas reflejó cada hecho sobresaliente y condicionante de la situación provincial, nacional, regional y mundial.

Nelson Mandela o Roberto Romero, el Vaticano o La Poma, el Mundial de Fútbol o la Maratón de Hirpace, todos tuvieron el mismo trato.

Nunca se escatimaron recursos ni esfuerzos. Aries FM durante treinta años estuvo donde tiene que estar.

Y seguirá estando porque renueva su personal dando oportunidades a profesionales jóvenes, invierte en tecnología y mantiene la misma fuerza con la que irrumpió en cada hogar salteño el 1 de abril de 1990.
Por otros treinta o 300 años más.